sábado, 2 de octubre de 2010

+Claro (al fin y al cabo)+

Frío, cálido, efímero, real.
Sí, así es, un polo a tierra que no fue más que una opción ridícula. Intenté convencerme de algo netamente superficial, intenté convencerme de que eso que veía allí podría reemplazar un poco de lo otro que durante varios días me turbó.
Ya no caigo en el silencio, ahora soporto mis palabras, ahora mi mirada ya no se esconde tras unos lentes que tracé sobre mis ojos con el propósito de ocultar. Ya no me encuentro sometida, ya no me encuentro desabrigada ni desprotegida pues ya las puntas de las afiladas hojas no me marcan la piel. Ya no va ni fue más.
Me levanté de entre las sombras, me levanté y reviví, reviví con mis emociones tatuadas sobre la piel. Ya sé que muchos me han dicho que puede ser simplemente una fachada, pero esta vez ya no lo es, ya no tengo de quien ocultarme, ya no tengo por que agachar mi mirada ante los ojos de aquellos que muchas veces pudieron leer en mí frustraciones varias y un dolor sin nombre.
Se equivocó al decirme que mis ojos llevaban lágrimas de tristeza porque estas lágrimas que quizás se postraron ahí fueron de orgullo, de impotencia al ser sincera y no ser tomada en serio cuando dije que finalmente me pude levantar sin miedo y sin tapujos.
Quizás uno que otro tropiezo, es cierto, un par de veces donde me dejé llevar sin límites, tal vez una que otra noche donde sentí indecisión en vez de lágrimas. Muchas emociones encontradas, creo yo, quizás un poco de todo y a la vez un poco de nada, un recuerdo efímero que ahora me es real pero va más allá de eso. No necesito un consejo, no necesito un aventón, no necesito máscaras y vendas que me tapen los ojos. No pretendo ignorar, pero tampoco pretendo sentir demás mientras pretenden que ignore los pasos que se dan. No necesito piedad, tampoco consuelo, pues de ese ya tuve bastante y no es necesario que me lo recuerden. Y si me he vuelto fría y al parecer insensible, bueno, no es diferente a lo que se conoció hace un buen tiempo de mí, porque fui así durante mucho tiempo. Parece importarme todo un poco menos, quizás sea una fachada, quizás no lo sea, en realidad poco o nada me importa pues ya no me interesa demostrar nada que no siento. ¿Por qué habría de hacerlo?
Ya no me sorprendo con facilidad, el efecto de aquella droga parece haberse desvanecido sin más, cierta paz, cierto regocijo me devuelve un poco del aire que perdí mientras hiperventilaba. Aquello que se dañó logré ponerlo en un cajón, un cajón que no pretendo que nadie abra, un cajón donde se encuentran varias cosas que se desconocen de mi y que no pretendo sacar a la luz tan fácilmente.
La indiferencia no me quita mi nobleza, es claro, pero ya muchos se perdieron de ella, pues me cansé de buscar, de pedir sin recibir nada a cambio aparte de decepciones y traiciones. Me cansé de regalar tanto de mi cuando básicamente me convertí en la marioneta de aquellos que creían tener el poder. Ya no va más, los ciclos deben cerrarse, y esta no será la excepción, probablemente vuelva a mi vida en un par de días, años, meses, pero esta vez no seré yo quien pedirá perdón por algo que no hizo.
Me aburrí de tanta sensibilidad, de tanto melodrama, de tantas palabras, de tantos vacíos y de tantas riñas infantiles. Me cansé de ser incondicional cuando básicamente era yo quien daba todo para recibir así fuera un trozo de amistad. Creo que todo tiene un límite y el mío ya salió a flor de piel. No pienso dar más pasos en falso tan sólo por recuperar un par de años de algo que con el tiempo se fue desvaneciendo.
Ya no va más.

No hay comentarios: