lunes, 29 de diciembre de 2008

+Auf wiedersehen, danke+

Se pueden tener alas y olvidar tomar vuelo o peor aún, nunca aprender a volar. El contacto con lo físico nos hace sentir humanos de alguna manera porque al tacto todo parece ser real aunque sean mentiras puras hechas objetos o quizá personas.
Una princesa producto de un juego de fichas es la parte fundamental de un sueño pasado de una mujer la cual no recuerdo el nombre pues sus patrañas eran tan reales como aquél nombre que decidió inventar. Era tal la forma en la que lograba desencadenar cascadas de palabras que alguna vez me hizo creer que todo era real ya que alguna vez me ofreció sus brazos en nombre de abrazo y pude palpar "la realidad" que había en ella, o al menos eso fue lo que creí.
Fingimos o quizá somos ingenuos, jamás decidimos darnos cuenta de las cosas y jamás decidimos entrar en la realidad pues esta nos parece un obstáculo lleno de "peros" que decidimos evadir por medio de engañarnos a nosotros mismos, nos gusta creer en lo que vemos y esto nos lleva a ser persona mitómanas llenas de inseguridades.
El pasado es una herramienta básica cada día pues jamás estaremos suspendidos en el tiempo por monótona que aparente ser nuestra vida, está en nuestras manos que se quemen los minutos o simplemente dejarnos consumir por el fuego que los consume a ellos y no siendo suficiente, quemarnos con ellos. Es cuestión de fijarse bien en un espejo, soplar y que el vaho de nuestro pecho nos muestre que aún somos parte de este mundo y que sólo al morir estaremos abandonando este mundo ya sea para siempre o para comenzar con una nueva vida llena de Karmas y demás.
Pensar con la cabeza y con el corazón no sé si nos hace más humanos o más animales, la verdad es algo contradictorio como suele pasar con la vida, pues si se piensa con la cabeza tal vez sea más a consciencia y no por instinto pero a veces el corazón va más profundo que la cabeza por lo cual, aunque resulta siendo instinto, las decisiones se toman de una manera mucho más humana.
El despertarse en la mañana puede ser un evento normal, común y corriente que se vive a diario pero no siempre es igual, puede ser bueno, puede ser malo y aún así será diferente pues no es el mismo día de ayer o de hace un mes, es simplemente un evento seguido de muchos otros casi igual a muchos otros pero que aunque trate de ser igual jamás será igualado.
La inspiración... ¿cómo definirla?
Podría llamarse inspiración a algo que se lleva en la sangre, se podría llamar inspiración a un talento adquirido, se podría llamar inspiración a todo aquello que nos eleva lejos de lo que conocemos, que nos deja excavar en lugares desconocidos de nuestra mente y que jamás avisa cuando desea llegar. La inspiración no es simplemente real pues es algo pasajero y momentáneo que se desvanece muchas veces en segundos y que no nos deja seguir encontrando razones. La inspiración es la noción de algo presente que no se manifiesta constantemente, sólo sorprende en momentos inesperados, ya sea en un auto, un bus, en casa, en la oficina, la escuela o cualquier lugar, jamás estarás esperando por ella y aparecerá en el momento y en el lugar que menos esperas.
Se podría decir de la inspiración que es innata, como es realidad es fantasía pues aunque la mente sea algo real lleva a lugares fantásticos irreales quizá producto de un sueño inconsciente. Palabras, dibujos, música, más música, nos llevan lejos, nos hacen sentir vivos, nos desatan la lengua y el alma a puñados de cualquier cosa que nos logra poner en un mundo paralelo casi real.
¿Qué hace de la inspiración algo especial?
Como la inspiración nos hace especiales a cada uno de nosotros a ella nosotros también la hacemos especial. Un punto al que se llega al complemento perfecto y al balance real es lo que nos llena de expectativas para sentir momentos de inspiración que sólo nosotros mismos sabemos como desahogar, por decirlo de una manera agradable. La inspiración hace de nosotros seres que a veces nos cuesta reconocer, seres que jamás vimos pero que están dentro de nosotros haciéndonos a veces escribir las más bellas palabras jamás escritas, haciendo los dibujos más abstractos que creímos imaginar o quizá haciendo la música que suena naturalmente en nuestras mentes sin remedio. Logramos transmitir millones de sentimientos que aunque los otros no logran descifrar puntualmente por lo general hacen de nosotros la levedad vuelta carne.
Descendemos por los peldaños a oscuras y vamos encontrando la luz a medida que damos coherencia a nuestros sentidos invadidos por tristeza, melancolía, felicidad y demás sentimientos que nos hacen sentir vivos cada vez que frotamos nuestros ojos para ver la realidad y creer que en serio estamos vivos. Sentir el crujir de nuestros recuerdos dentro de nuestros bosques de árboles desnudos por el comienzo del otoño mental nos devuelve la vida a pedazos, nos hace respirar de nuevo el aroma de aquellos momentos que aunque fueron aún están presentes en nuestras vidas independientes o dependientes de un renacimiento. Una nostalgia empedernida desata cascadas de lágrimas llenas de recuerdos memorables imposibles de olvidar pues hay quien dice que lo que no se olvida siempre es parte del presente aunque ya no esté de una forma física.
Si se cobrase por palabras sería una de las deudoras más grandes. Jamás podría pagar una deuda tan grande como lo sería para mí si se cobrase por escribir al igual que por soñar e imaginar. Para mi gran fortuna la inspiración no tiene precio y es lo que le da de comer a mi mente. En caso tal de que a mi me pagaran por palabra sería una mujer absolutamente millonaria, y si fuese por pensar y soñar creo que superaría las cifras mentales que aparecen al lado de signo monetario, pero seamos realistas, creo que más de uno hubiese salido de la pobreza si de inspiración se tratase. Desafortunadamente se vive en un mundo elitista donde el arte no se paga bien, donde la inspiración no vale mucho y la buena ropa habla más que las mismas palabras.
Entrelazar palabras y frases a veces resulta bastante complejo para mí pues hay tanta ideas que me encantaría saber de donde salen, que no sé sinceramente donde ponerlas para hacer de ello una estructura coherente. Al escribir sólo frases sin sentido se hace algo abstracto y muchas veces esa es la intención pero al querer hacer una torre de palabras donde cada frase tenga que ver con la siguiente se convierte en un nudo de palabras que a veces hasta a mi me cuesta trabajo leer. No me excuso en ello pues aunque sea inspiración, si se es psicorígido debe haber un orden en todo y debe haber estructura lógica para la comprensión básica de un texto o de algo como lo que escribo. (Gracias al cielo o a lo que sea no soy psicorígida porque entonces tendría varios problemas con mi forma de escribir)
Me divierte escribir, me fascina, me descarga, me libera, me desgarra, me hace sentir bastante real. (¿Tendrá algo que ver lo que nombré al principio del texto?) Ojalá todo el mundo tomara mis ironías y mis sarcasmos de la forma que yo lo hago porque si fuese así más de uno reiría cuando lee mis escritos. Reiría tan irónicamente y sarcásticamente como lo hago yo cada vez que escribo y releo cada blog que redacto. Me hace feliz, muy feliz.
Finalmente para no extenderme más y no exprimir tanto mi bella inspiración he decidido dar por terminado esta redacción deseándoles a mis pocos lectores un poco de inspiración para el año próximo. Deseo a todos aquellos que también escriben que triunfen, que se desahoguen y que jamás dejen de escribir, a aquellos que sólo se dedican a leer que no pierdan el ritmo y que si algún día encuentran este tipo de inspiración no duden en sacar todo eso que hay por explotar dentro de ellos de modo que todo fluya de una manera hermosa y poco sensata y abstracta en ocasiones.
Gracias a todos por leerme, gracias por invertir su valioso tiempo en mis escritos y en mí.
Hasta el final de todo seguiré.
+Buenas noches+

miércoles, 3 de diciembre de 2008

+Un halo de rocío puro+

Frases, palabras, adjetivos, sustantivos y demás, un montón de incógnitas escritas en un papel sin realmente saber qué he hecho de ellos. Veo por la ventana como amanece y no me siento cansada después de mucho trabajar sin cenar siquiera y me preocupo, pues pasé la noche en vela observando a través de la ventana cómo llegaba el amanecer. Siento como si los segundos que van pasando me envolviesen en un engaño de tiempo que parece tenerme sin cuidado.
Con las manos cruzadas sobre mis piernas, sentada en una mecedora esperando una madrugada helada observaba caer el rocío de la hermosa madrugada mientras esperaba con ansias infinitas la salida del sol para deleitarme y darme cuenta de cuán hermoso lucía el paisaje a aquella hora llena de cantos victorianos dentro de mi cabeza. Lucía hermoso, lucía único, parecía algo nuevo para mí, pues aunque había pasado miles de noches en vela observando a través de mi ventana mi reflejo cansado y lleno de tristeza, jamás fui capaz de analizar la belleza infinita del color verde en el horizonte, bañado por el rocío y por los rayos de sol que atraviesan el ambiente más hermoso jamás visto.
No soy más que un triste rostro reflejado en el brillo de una ventana, la ventana del estudio donde siempre me dedico a escribir mis más hermosas pero más tristes historias de amor jamás inventadas por una escritora. Aquí, en este estudio, es dónde pulo cada uno de mis escritos, es aquí donde paso horas helándome en este invierno con una hermosa chimenea humeando, con las páginas de libros que ya no recuerdo cómo van organizadas pero que son mi única compañía y que si me decepcionan saben que van directo a la hoguera.
No es fácil para mí ser una mujer tan solitaria, pero realmente después de varios años me he acostumbrado a la soledad de esta ciudad fría que me ha olvidado. Sigo escribiendo sin saber si alguien leerá lo que escribo, pero aún así es lo único que llegaría a hacerme feliz, pues las palabras que postro en cada una de mis tristes historias hacen parte de un pasado o de una historia de hace varios años. (Cuando aún no había canas ni arrugas en mí)
(...)
Cómo me encantaría volver a mis hermosos años de romance y poder escribir de nuevo hermosas historias de amor para él... pero desafortunadamente no fui dotada con suerte sino con dotes de escritora y por eso me hallo aquí, viviendo en esta desolada mansión donde mi única compañía es la literatura, la escritura y algunos seres que habitan aquí desde que la compré. Unos decían que estaba embrujada, y otros decían que hacía cien años se había cometido un horrible suicidio el cuál hizo que la casa fuera vetada para la compra y quedara hecha ruinas. Finalmente insistí en comprarla y acá me encuentro, viviendo en una casa embrujada o quizá siendo cuidada por el alma de aquella doncella que decidió quitarse la vida hace un siglo.
Mi casa tiene su historia, pero la verdad es que las historias son mías así es que si algún día logro hablar con alguien para que me cuente la verdadera historia, optaré por tomar la narración como parte de algún capítulo e inventaré una hermosa historia de amor para que se desarrolle en ella.
(...)
Ah... bien me decían mis compañeras de escuela que era una mujer muy soñadora, y la verdad es que no se equivocaban, prefiero vivir en sueños, me encantan los pequeños detalles de mi vida y eso es lo que a veces logra sacarme sonrisas dentro de este rostro de mujer deteriorada y amargada. Llorar me hace feliz, ver a la gente llorar me desahoga, es una gran píldora de felicidad para mí y eso me hace inspirarme. Cuando lloro escribo montones pero cuando veo a alguna mujer llorar junto a una fuente me da más inspiración que si llorara yo misma, así funciona. Puedo parecer loca, sicópata o como deseen llamarme, pero finalmente no es el dolor ajeno el que me hace feliz sino la debilidad y profundidad de los ojos cuando me logran mirar bañados en lágrimas y dolor. Siento una hermosa armonía al saber que puedo leer una sinfonía de violines en su cabeza haciéndole olvidar un mundo que le hace sentir pequeña, y esa es la simpleza, la que hace que nos deterioremos quizá por cosas insignificantes pero que nos hace sentir humanos. Me di cuenta de ello hace algunas horas cuando comencé a escribir esto en compañía de un cigarrillo, esto fue lo que pude ver a través de la ventana. Es algo tan simple que me hace sentir humana, es el amanecer y el rocío brillando sobre el prado lo que me hace sentir que la tierra también llora rocío y que puedo tomar éste como un medio de inspiración porque aunque todos los días pateo gotas de rocío, cuando camino hacia la plaza a comprar el diario jamás analicé que el rocío podría ser el llanto diario de un planeta inconforme con su sociedad anónima.
(...)
Me siento noche tras noche, analizo cada cosa que sucede en mi día pero me doy cuenta de que no muchas veces soy capaz de pensar en mí porque a veces siento que pasan meses en los que lo único que varía en mi vida son los leños de madera podrida que están al lado de la chimenea esperando por ser chamuscados. Me da nostalgia saber que mi única vida está puesta en las páginas que escribo a diario. Me da nostalgia pensar que lo que soy yo hoy en día sólo son páginas porque el resto se quedó en un pasado que no quiso ser presente y que arruinó mi juventud y no contento se llevó con ella lo que para mí era preciado. Como detesto suspirar y pensar que todo tendrá un remedio. Sé que no habrá remedio para mi nostalgia simplemente porque sé que ya soy parte de una triste realidad de la que nunca imaginé ser parte pero que me condena a morir como ya espero hacerlo, sola en una habitación respirando aires de soledad y de asfixia.
Caben dos posibilidades al morir, ya sea que me olviden y que nunca se den por enterados que existí, o que me vean como la escritora que alguna vez pudo entrar dentro de alguien con las pobres páginas que escribía. Finalmente creo que ya soy hace mucho parte del olvido por parte de muchas personas y realmente eso no es lo que me hace infeliz, pues cómo lo mencioné antes, en esta triste, fría y solitaria ciudad vale más lo que se vea por sí mismo que lo que los demás vean y muestren.
Se preguntarán qué hago aquí en esta ciudad, y hasta yo a veces me lo pregunto y no encuentro una respuesta coherente, aunque sí me lo vuelvo a preguntar por segunda vez entiendo que me da mucho miedo abandonar esta casa. No sabría realmente qué haría sin este lugar pues aunque no me guste el apego me he apegado a ella y no sé si soportaría alejarme del lugar que me ha recibido cuando lloro, cuando sonrío o simplemente cuando me encuentro ausente sin pronunciar palabra o pensamiento alguno. Ah, finalmente esto es de lo poco que me queda, es de lo poco que aún me pertenece y me concierne, pues después de superar la frustración de ser una mujer que jamás se casó y de no ser considerada mujer por no concebir, creo que lo único que puedo heredar es a mi hermosa mansión. Podría quemarse y en ella todas las historias, podría quemarme dentro de ella, pero jamás me iría de aquí, eso lo tengo muy claro.
Hace tanto frío en este momento, casi que son las 6:00, aún sigue el intento de amanecer, pues en invierno amanece un poco más tarde y a penas si se pueden ver alguno rayos de sol. ¿Será que el tiempo me ha jugado una nueva pasada? Quizá pueda que sea una ilusión óptica por falta de descanso... pero no, esto no podría ser una ilusión pues si fuera ilusión ya me hubiese despertado... ¿Acaso estoy alucinando?
Qué más da, puede ser un sueño y dará igual pues todo es igual. Cómo desearía quizá la compañía de una mujer, cómo desearía poder fumar un cigarrillo y compartir este hermoso paisaje con alguien... podría ser quizá el último amanecer de mi vida y no tengo con quien compartirlo, uh... qué desesperanza.
Barcelona, Barcelona, Barcelona, me quitaste mis más hermosos años de vida y aún me tienes aquí desangrándome en dolor. ¿Qué esperabas de mí? ¿Una mujer valiente que saliera adelante como escritora? Pues me temo que eso no soy yo, tu pueblo me ha despreciado, tu pueblo me ha dado la espalda porque los tiempos de guerra han llegado. Revíveme, hazme de nuevo la mujer joven que dejaste en el pasado, la que hiciste que dejara todos sus recuerdos con ese amor que le llevó a ser parte del olvido... ay mi querido Barcelona, si supieras cuánto daño me has hecho.
Finalmente después de veinte cigarrillos ya comienza a amanecer, hace frío y he contaminado el aire de este estudio tan grande, apenas comienzo a sentir el halo de la helada mañana tocar mi piel con sus yemas y me lleva a diminutos escalofríos que me hacen pensar que debería usar una cobija, pero realmente no me interesa el frío, quien me interesa es la mañana, la inspiración que me proporciona el rocío.
El calor que proporciona mi chimenea ha hecho que los vidrios se llenen de un vaho característico en las ventanas de mi mansión. Se ha perdido el brillo de la ventana dónde puede reflejarse mi demacrado rostro, y al parecer comenzaré como un infante a hacer dibujos en las ventanas. Debo admitir que eso también me inspira y me hace recordar mi niñez, me hace recordar qué tan hermoso puede llegar a ser enamorarse de las pequeñas cosas cuando se es joven y se está lleno de vida.
Finalmente ha llegado el sol, y es tiempo para mí de ir a pensar, descansar y renunciar a la ilusión de volver a se joven. Una vez más cierro un capítulo de mi libro anhelando ser parte de uno de los finales que me encantaría inventar para que convirtiera en realidad.
Podría ser un día más cómo también podría ser el fin de todo.
Qué hermosa madrugada, me encantaría salir a jugar en el halo helado y frívolo de aire, pero me temo que a esta edad a duras penas si puedo llevar una gripa conmigo.
Una hermosa mañana, no tan hermosa como el amanecer, pero sí, hermosa. Es tiempo de dormir, pues si estoy viva esta noche me temo que presenciaré de nuevo un hermoso amanecer mientras el frío penetra mi piel y se aferra a mis huesos.
Feliz día queridos lectores, espero que algún día lleguen a leerme.

martes, 2 de diciembre de 2008

+"Feliz navidad"+

¿Será amor, será desespero? ¿Qué será?
Inevitablemente sueño de nuevo y al creer que llegaba finalmente a la realidad que esperaba, simplemente me doy cuenta que las razones sí se han acabado finalmente y que la realidad presente nisiquiera es realidad, era una ilusión que a mi parecer podía llegar a ser realidad. (¿Era o es? Qué se yo)
Finalmente todo era un sueño (como siempre), pero un sueño del que desperté rápido, no sé sinceramente si fue bueno despertar tan rápido pues quizá hubiera sido mejor despertar cuando supiera que sería el final de todo, pero bueno, al final de todo volvió a ser como antes, no fue tan malo pudo ser peor, o quién sabe, finalmente volví a la endemoniada monotonía.
Llega diciembre con sus himnos de "alegría" y con su maldito hedor a "paz" y a "unión" que por algún motivo sólo llega este mes y dura hasta el próximo volviendo a ser cómo siempre, pero ¿qué se puede esperar? Es la humanidad de la que soy y somos parte la que me jode con sus putas cabronadas. En estos tiempos todos se aman, se piden perdón y perdónenme ustedes, pero no hay que ser tan ingenuos, por favor, si no se han dado cuenta todo radica en la maldita economía (como siempre) Se perdonan en las novenas, se aman en la navidad mientras se comen un pavo con salsas varias, ensaladas costosas con hiervas y demás especias que saborizan el pavo y el arroz y que le da un sabor especial de navidad, un sabor peculiar como lo es el sabor de la riqueza comprada, de la imagen que se da con una buena comida y unos buenos regalos los cuales la gente da para mostrar cuánto dinero tienen y poder comentar después de una reunión navideña en casa algo así cómo: "Definitivamente mis regalos fuéron los más finos y los más grandes". Por obvias razones se tiene que tener en cuenta que en la famosa reunión siempre dicen algo como: "¡Ay!, qué pena contigo pero mi regalo es muy sencillo, es muy pequeño, espero que te guste, sino ahí está la factura por si deseas cambiarlo" (y se sabe que la factura no está ahí por si se quiere cambiar el regalo sino para que uno mismo note lo que se nombró en la casa después de la reunión: "Definitivamente mis regalos fuéron los más finos y los más grandes".
¿Acaso puede haber más hipocresía en lo que llamamos "familia"?
Si nos ponemos a pensar profundamente, desde pequeños nos han dicho que la familia es la unión, la solidaridad, los que estarán siempre con uno, y los que le brindarán apoyo en las buenas y en las malas, pero si les soy sincera, este no es mi caso y sé que el de mucho otros tampoco. Se ven claros ejemplos de hipocresía dentro de las familias y cuando llega navidad hace como si todo se olvidase pero depués de unos años (más que todo las mujeres) no logran olvidar y siempre están sacándolo en cara a los demás haciendose todos una mala imagen con todos. Pero, ¿qué importa? Finalmente es navidad.
No conformándose con que ese tipo de cosas sucedan en estas "hermosas" fechas llega el fin de año y con el más hipocresía por parte de nuestros "seres queridos".
Se reunen todos a esperar el famoso "año nuevo" y todos se aman, escriben los propósitos para el próximo año (cosa que por lo general nunca se cumple) y aquellos que pelearon el año anterior perdonan a los demás, se abrazan, se besan y reciben el año juntos pretendiendo recibir un año perfecto y lleno de cambios (cómo si no supieran que el 1 de enero del año que siegue siempre será igual que todos, deprimente, con algo de resaca y demás)...
Lo que más me molesta de todo esto es que "gracias" a aquellas actitudes patéticas desde el pasado año decidí no volver a pasar el fin de año con mi familia pues no quería ser partícipe de una reunión de odios e hipocresía tan grande parecido al que hay entre veinte mujeres dentro de una peluquería, ese tipo de cosas no son para mí, lo tengo totalmente claro.
Es un show, un show casi circo de mentiras. Mientras millones de personas se mueren de hambre y de pobreza en el mundo, en navidad les restragamos cuánto dinero tenemos, qué tan fino podemos comer y demás. Niños en la calle esperando quizá por un regalo que jamás llegue y que si llega probablemente es algo de segunda mano que no siempre está en muy buenas condiciones... lo digo por experiencia propia pues el año pasado pasaba por un semáforo después de una de esas reuniones ya nombradas y miles de niños con la esperanza en los ojos esperaban que de una ventana salieran bolsas de regalos, sin embargo se notaba que lo poco que habían recibido era de seguna mano. Simples muñecas utilizadas, rasguñadas, mordidas y demás. ¿Esperamos estar tranquilos después de esto? (Se que muchos responderían que sí, y bien, allá ellos).
Me cansa que la gente celebre una de tantas fechas comerciales como esta por simple tradición. Apuesto a que la mayoría de los que celebran navidad no saben qué es ni qué es la acción de gracias. La navidad ahora se ve como una reunión social y no cómo una tradición.
Me aburre el hedor a diciembre a nuevo año.
Me hiere.
+Hipocresía+