miércoles, 15 de septiembre de 2010

+No es silencio, son mil palabras+

Silencio, "a veces vale más que mil palabras" dicen por ahí y empiezo a creer que es cierto. También dicen que "el que calla otorga", y soy testigo de que no puede ser más acertada aquella frase en aquellos momentos donde uno intenta hacerse el fuerte e intenta no decir nada que pueda estimular más los sentimientos, pero le es imposible dar una respuesta clara y verídica porque sabe que se le puede ir el mundo a los pies y se le puede pasar la vida volando en un segundo.
Hay días de días, algunos amargos, algunos soleados, llenos de risa, algunos nublados y lluviosos, aquellos días melancólicos que nadie puede describir por la ausencia de palabras tangibles. Hay días variables, donde ni el sol ni las nubes son capaces de describir los sentimientos. Hay ausencias medidas y desmedidas que simplemente causan algo de inestabilidad en un punto donde no se siente más ni menos, donde simplemente no se siente.
Resulta indescriptible la abstinencia, resulta compleja la realidad y más complejo aún afrontarla sin querer hacerlo. Hay días donde el simple peso de una actitud o una acción le puede cambiar a uno el panorama diverso, o más bien disperso que se pone ante nosotros sin motivo alguno.
Días aburridos, días extraños, días carentes y muchos otros recargados. ¿Dónde queda entonces el balance? ¿Será que en realidad si existe tal balance? ¿Y qué hay de la tranquilidad? ¿Esa quién la podría devolver si es que alguna vez alguien ha sentido que se la han quitado?
Muchos empeñados en encontrar aquél "botón" de la felicidad, y otros cuantos resignados a vivir la vida que les ha "tocado vivir" ¿y qué hay de mi? ¿Qué hay si yo no pertenezco a ninguno de los dos? Supongo que me obstina un poco el pensar que algún día habré de morir y habré de dejar todo aquello sobre el camino, y que todo por lo que luché y sufrí se quedará en sólo recuerdos hasta que muera y nadie más pueda recordarme. También supongo que todas mis vivencias y experiencias vividas quedarán escritas en libros, o quizás en las páginas de mis diarios, a lo menos en los cuadernos que deje en mi testamento si no es que muero antes de escribirlo.
Frialdad, mucha apatía, un poco de sarcasmo y algo de nicotina desenfrenan mis sentimientos, mis pensamientos. Los excesos no son buenos, pero las carencias tampoco lo son, entonces ¿cómo saber cuando se encuentra uno en el punto adecuado sin dar más ni recibir menos? A veces llega a molestar la simpleza y también la complejidad, y volvemos a los extremos.
¿Qué es bello y que no lo es? ¿Qué es perfecto y qué no lo es? Todo es tan relativo, que no existe algún esquema de perfección porque es netamente personal el concepto de cada uno de los extremos. ¿Quién podría crear un esquema que incluya a cada una de las mentes existentes en este mundo de conflictos? Por ejemplo mi concepto de perfección es reservado porque no creo en ella, mi concepto de belleza va más allá que el de muchos y la fealdad no es nada más que la carencia de esencia, pero entonces ¿qué hay de aquellos que lo ven diferente?
¿Y qué hay del amor? ¿Qué hay de los amores no correspondidos? ¿Qué hay de aquellos que entregan todo sin esperar mucho a cambio? ¿Qué hay de aquellos que aún no aprenden a valorar? ¿Por qué depender o por qué no hacerlo? ¿No que nos complementamos? ¿Y los que se conforman con nada o quizás poco?
No lo sé, no lo comprendo y tampoco lo contemplo. No quiero ser eso, pero a veces siento que me sumerjo en ello, aunque todo son dualidades, hay varias opciones y eso es lo que a veces me resulta sarcástico y me causa gracia, tanta dualidad me recuerda lo ridículo que se puede llegar a ser a veces, sin más, luego es más triste recordar que de las dos opciones que tuvo escogió la peor de ellas, sabiendo incluso que la otra sería la acertada. Me resulta...

-¿Qué hora es?
-La verdad lo he olvidado, he mirado el reloj ya dos veces en los últimos 30 segundos y no puedo recordarlo...
-¿Y por qué no miras de nuevo?
-No quiero perder más el tiempo...
-No lo pierdes, simplemente miras la hora...
-Sí, por eso...
-No lo entiendo.
-Yo tampoco, pero no intento hacerlo. Me cansé ya de intentarlo sin resultado.
-¿Y qué hay de lo demás?
-Siempre ha sido lo demás, no me pertenece, pues que simplemente se quede en "lo demás."
-¿No te aterra el hecho de estar sola?
-Confieso que sí, en algún momento llegó a afectarme más de la cuenta, ahora simplemente me da igual.
-No te creo.
-Me da lo mismo si lo crees o no, con que yo lo sepa ya me basta.
-¿Y yo?
-¿Tu qué?
-¿Qué soy para ti?
-Pregúntatelo a ti mismo, ya me cansé de dar explicaciones a cada uno.
-¿Por qué tan a la defensiva?
-Porque no tengo de otra...
-¿Por qué lo dices?
-No me he conformado, pero tampoco lucharé hasta el fin de cada cosa. Como ya he dicho, prefiero tenerlo claro yo que exponerlo para que los demás me cuestionen.
-¿Y si te sigo preguntando?
-Probablemente no encontrarás ninguna respuesta diferente a la que ya sabes.
-¿Qué ocultas tras tus ojos? ¿Por qué tanta amargura?
-Ya te dije, estoy cansada. ¿Por qué tantas preguntas?
-Quiero saber qué te pasa.
-¿Y por qué querrías saberlo si igual no importa?
-A mi sí.
-Sí, eso han dicho todos e igual se han ido...
-Pero yo no me iré...
-Sí, eso también lo he escuchado...
-Te lo juro...
-(...)
-Ya sé que no me crees, pero deberías hacer el intento.
-Ya lo intenté mucho, y me cansé. ¿Por qué te es tan difícil de entender?
-Porque parece que todo te pasa por los ojos y no causa nada.
-Eso sólo lo sé yo, no me juzgues.
-No te juzgo, pero sólo hablo por lo que veo.
-Entonces si me estás juzgando, ¿ya ves como me das la razón con cada frase o palabra que dices?
-Estás insoportable.
-Y tu estás como todos los demás...
-No se puede hablar contigo...
-¿Y quién ha dicho que quiero hablar?
-Pues lo supuse, pero ya veo que...
-Ya ves que no ¿verdad? Mira, no lo sé todo, de hecho poco se, pero no me interesa darte explicaciones de por qué me comporto así. No intentes creer que me conoces porque realmente ya no lo haces, he cambiado mucho en este tiempo, ya no soy la misma persona de antes. Recuérdame, pero no intentes comprenderme porque esa historia ya me la sé.
-¿Y ahora qué hice?
-No fuiste tú, fue el resto, también conozco ya bien esa historia.
-Me cansé.
-Yo también, te lo vengo diciendo hace horas...
-Te quedarás bien sola si sigues así.
-Pues sola siempre he estado, ya me da igual si te vas o te quedas...
-Pues a mi también.
-¿Entonces qué haces aquí?
-(...)
-Si no tienes nada más que decir puedes marcharte y si quieres desaparecer.
-Te a...
-No me amas, no sabes quien soy.
-No me juzgues.
-Vale.
-Terca.
-Bah..
-Adiós...
-Buen viaje.
-¿Qué te dice que me voy lejos?
-Te vas lejos de mi vida, mira como cambia todo. "Nunca me voy a ir" y ya te estás yendo, ya sé que no volverás, y si vuelves no serás el mismo, no más mira como me fue a mi...
-No lo entiendes...
-Tu tampoco...
-Te extrañaré.
-Sólo por un rato, después sólo seré parte de tu pasado y de tus recuerdos, y te repito, ya me da igual, aunque no sabes cómo me estoy sintiendo por dentro...
-Quisiera saberlo...
-No lo prolongues más, adiós...
-Te a...
-No lo haces.
-Tu no sa...
-Déjame, no va más, vuela feliz que yo dejé de creer en ti, en todos, dejé de amar y de besar, pero eso sí, aún anhelo, anhelo mucho. No quiero más de ti ni de ellos, ahora sólo me queda lo que soy y eso nadie me lo arrebatará con el resto.
-Despídete, abrázame...
-No, no más. Adiós...
-(...)

2 comentarios:

Shadow dijo...

increible entrada
Lo cierto es que si nos paramos a pensar somos un poco títeres,esperamos a que los días sean un poco menos grises,esperamos a saber que es lo correcto y a saber si eso que llamamos amor tiene algún sentido...Y asi nos pasamos la vida,esperando

Förster Agatha dijo...

No sé como llegaste a mi, no muchas personas llegan a leer lo que uno escribe.
Siempre estmos buscando el por qué de cada cosa, lo cual no me parece malo, simplemente que muchas veces no llegamos a ello de la manera adecuada y simplemente nos adentramos en extremos ridículos sin poder encontrar el balance.
Gracias por leerme, estuve leyendo un poco de lo tuyo me ha gustado.
Estaremos en contacto.