lunes, 20 de septiembre de 2010

+Dos+

Mujer, tus palabras, tu olor me viciaron algún día, me ataron, me enamoraron. Allí estuve, aquí aún me hallo o al menos un poco de mí, entre palabras y risas, entre sueños e ilusiones.
Mujer, tus sabias palabras me levantaron e incluso crearon un poco de equilibrio en este planeta de locos que hay dentro de mi cabeza. Tus sueños fueron parte de los míos y mis anhelos se convirtieron un poco en tuyos, o más bien de ti.
Ya lo sé, ya sé que no lo pediste, no espero escuchar nada de eso de nuevo, ya bien sabes que te lo dije, que traté de hacértelo sentir con las yemas de tus propios dedos y sé que de cierta manera lo sentiste.
Sé muchas cosas que crees que ignoro, pero también desconozco muchas que creo conocer. No espero que me pidas perdón, no espero un "te amo", no espero nada, aunque a veces deseo con ansias que por un segundo estuvieras dentro de mí y sintieras así fuese un poco de lo que llegué a sentir.
Me llevaste a extremos, me llevaste a tocar un poco de algo similar a la perfección, porque ya bien sabes que no creo en ella y aunque sé que lo apreciaste, hubiese esperado que lo sintieras como yo quise que hubiese sido, pero sería ridículo tratar de encender cerillas sin una piedra al rededor.
Te amé, te quiero, te aprecio, a veces te amo, a veces te sueño. No quiero que me olvides, tampoco pretendo olvidarte, pues mi corazón te grabó bien adentro.
Serás mi amiga, no un simple recuerdo. Serás ella, serás la mujer que soñé, la mujer que amé sin reparo, serás muchas cosas, pues ya eres muchas de ellas.
Te agradezco por la complicidad, por la felicidad, por el tiempo, por las palabras y más que nada por la sinceridad. (Aunque ya bien sé que odias que lo haga)
Anhelo seas feliz, como siempre sueles serlo, anhelo tu sonrisa impregnada en tu esencia, deseo que vivas con las mismas ganas que me enseñaste; deseo que sigas anhelando y que tu esencia siga siempre tan firme como lo ha sido desde que logre aspirar el olor de esta.
Mujer, eres mucho, nunca olvides que en estos cientos de días aprendí a conocerte de pies a cabeza, aprendí a amarte a mi manera y aprendí a entender un poco de tu manera de amar. Espero nunca te vayas, enseñame un poco más de ese poco que logré probar de ti.

El cielo no se opaca si en el plasmas tus sueños, el dos nos ha perseguido y siempre será especial. Te quiero.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Muchas gracias por afiliarte en mi blog... el tuyo es bastante interesante, aunque he leído más bien poco. Te estaré visitando. Saludos.

Förster Agatha dijo...

Te agradezco a ti por entrar a mi blog.
Acá hay bastante para leer, me ha gustado mucho lo que he leido en en el tuyo.
Estaremos en contacto, que estés muy bien. Un saludo desde Colombia.