domingo, 2 de mayo de 2010

+Un concepto minimalísta existencialista+

Llega un día en el que el ser humano se sacia de palabras, hipocresía y de su misma realidad. Llega un punto en el que el ser humano necesita un cambio pero no sabe por donde empezar para cambiar aquellas cosas que tanto le molestan.
La vida es un estudio diario de situaciones y más cuando se es un buen amigo o se es alguien que verdaderamente sabe escuchar y aconsejar. Entonces de ahí salen las ideas y la inspiración para volver a escribir, para volver a soñar despierto y para retroalimentarse a sí mismo, sabiendo entonces qué es todo aquello que uno mismo no desea ser y que ya alguna vez fue. De eso se trata, de ser uno mismo, de vivir sus propias vivencias sin que nadie le enseñe a uno a caminar sobre las plantas de sus propios pies.
Conocerse a sí mismo resulta una cuestión de años, de toda la vida, cada día conocemos más cosas y conocemos nuestras reacciones ante ellas, cada día somos más independientes (lo que para mi no significa no necesitar de los demás, sino saber vivir por uno mismo hasta donde los límites y las barreras lo permiten.) El concepto de libertad es escaso, ¿hasta qué punto somos libres? ¿Hasta que punto somos verdaderamente honestos con nosotros mismos? ¿Quienes son aquellos que nos juzgan y quién juzga a todos aquellos que nos juzgan?
Miles de frustraciones a diario nos bombardean. No estamos conformes si hace mucho calor o si empieza a hacer frío. No estamos contentos si nos aman en exceso y nos quejamos cuando carecemos de amor. Así es que funciona, es una cadena, los que mucho tienen, anhelan poco, los que poco tienen, anhelan demasiado, pero el punto es que anhelamos sin parar porque jamás será suficiente lo que tenemos en frente nuestro.
Amamos y nos aman, pero casi siempre quien nos ama es a quien no correspondemos, y precisamente, cuando llega alguien que nos corresponde, un ser ajeno a ése otro nos roba la felicidad o nos roba los sentimientos por aquél ser que tanto idolatramos. Eso es, esa es la vida, decisiones varias, decisiones que a veces duelen, pero que finalmente cada día nos hacen más fuertes.
Ser humano no está mal, ser humano es ser y tratar de vivir las experiencias al máximo dentro de los parámetros de libertad establecidos por la moral. El ser humano es ser realmente, es pertenecer a una humanidad establecida durante millones de años, que evidentemente es disfuncional y nos ha llevado a vivir en el mundo que vivimos el día de hoy.
Algunos por ególatras y otros por depresivos. Algunos por vacíos y otros por intelectuales; siempre estamos tocando fondo y siempre estamos a los extremos, porque verdaderamente jamás habrá algo perfecto o intermedio. Cada uno de nosotros es un ser, y como Ser que somos, es más que ser un Ser vivo, entonces nos llenamos de sentimientos como el odio y el rencor por el temor a ser desafiados y a ser derrumbados del lugar donde estamos.
Unos por tercos, otros por sabios y otros porque no quitan ni ponen, porque no dejan huella y resultan siendo larvas de una sociedad a la que pertenecemos. Siempre estará el que se considera tonto, siempre estará el intelectual, el emocional y así, y es por eso que el Ser humano es mucho más que ser, va más allá de eso, porque aunque por muy independientes que parezcan necesitan de los otros para crear el balance. Todos tenemos nuestro espacio y necesitamos que se nos sea respetado, pero es evidente que la vida no funciona sin los demás al rededor causando emociones que le dan ese sabor especial a la vida que vivimos.
La historia de la existencia ha sido divida a medida que pasa el tiempo por épocas, épocas que marcan la historia y que nos hacen ser hoy en día lo que somos básicamente. Están los tiempos existencialistas causado por post-guerras si se habla en un contexto general, pero aplicado al individuo como tal, se convierte en la vida de cada individuo. Aplicado en un concepto minimalista de la vida, cada ser humano tiene un proceso que se vive tanto de manera minimalista sacado de un contexto general que tiene la historia de nuestro planeta, del lugar en el que habitamos y en el que crecemos a diario.
Vemos girar el mundo y muchos se quedan en tan sólo eso, muchos otros trascendemos de alguna manera u otra con ansias varias de ver cambios, de precisamente trascender y no quedarnos siendo sólo seres que habitan y casi que levitan sobre la faz de la tierra. Muchos nos preocupamos realmente por dejar huella en la vida de algunos que a veces ni siquiera lo merecen. Muchos queremos ser el complemento de la vida de otros y no quedarnos sólo en "vivir la vida" porque nos tocó llegar acá.
Muchos consideran la vida como un milagro o como un obsequio grato, pero muchos otros no desean vivir más y toman la vida como un castigo impuesto por seres egoístas con deseos de traer al mundo a seres que no tienen la más mínima idea de su misión sobre la tierra. Muchos perdidos, muchos encaminados dentro de un concepto limitado.
Finalmente llegamos a conclusiones y recaemos muchas veces, lacerándonos dolorosamente y culpándonos a nosotros mismos de las desgracias de los demás, pero de lo que no somos conscientes es de que nosotros no somos dueños sino de nuestros pensamientos y de nuestras decisiones y que sólo nosotros podemos alterar nuestra vida y nuestras emociones, los demás actúan por sí solos y no son ellos los culpables de que la vida de algunos sea una total miseria sin rumbo y sin sentido. Definitivamente no somos nosotros quienes tomamos las decisiones que quieran los demás, porque si bien es cierto no podemos pensar por los demás, sólo podemos persuadir por medio de vivencias propias.
El deseo de vivir se ve reflejado en el concepto propio de la vida. No es cuestionable, es simplemente racional. Necesitamos desahogarnos para ser nosotros mismos, puesto que vomitar palabras o emociones es lo que nos libera de presiones, es lo que nos libera finalmente de lo que es "el mundo de mierda" para muchos, pero que es "el paraíso" para otros. ¿En cuál se encuentra usted?
No me subestime, no intento decir que su percepción del mundo deba ser cualquiera de esas dos, sólo hablo de dos conceptos muy generales (y extremistas) que se acercan mucho a la percepción del mundo exterior.
Permítame entonces volverle a hacer la pregunta, ¿cuál es su percepción del mundo exterior sabiendo que su mundo lo construye usted mismo?

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