viernes, 21 de mayo de 2010

+Anónimo+

Fascinante el modo tan sutil en que se pueden decir las cosas, no tan fascinante el propósito de las palabras dichas de dicha manera, supuestamente para que no duelan tanto.
Es evidente que el ser humano creó un lenguaje el cual se tergiversa constantemente sin sentido, con miedo y mucho pudor, es la anestesia a la que recurre el ser humano para "no herir" sabiendo que muchas veces puede causar más daño del esperado. De eso estoy cansada, estoy cansada de las ridículas intensiones, estoy cansada de la ridícula hipocresía, de la confianza vendida y del refugio personal que cada uno ha decidido tomar. ¿Por qué esconderse bajo argumentos que no son válidos? ¿Por qué confiar en una mirada tan vacía?
La verdad no sé, no tengo claro cual es el sentido de una vida tan banal, de una vida tan llena de vacíos y pocos recursos para un cambio. No entiendo la complejidad de lo complejo y tampoco entiendo la facilidad de comprensión que algunos seres poseen. No comprendo tantas cosas que no sé si me hace complicada o simplemente muy básica.
¿Estará de más entonces encontrarle sentido al crujir de la madera? ¿Estará de más recalcar que mi vida se basa en los pequeños detalles que no muchos notan pero que me hacen feliz? ¿He de ser por eso un ser extraño? La verdad es que no me importa cuan extraño parezca, es mi manera de disfrutar la vida, y aunque sé que muchos lo cuestionan y no lo entienden, así es que me siento feliz, sin tanta ridiculez, sin tanto miedo a pronunciar palabras hirientes, sin pensar tanto antes de hablar. Sólo se dice, sólo se siente, sólo es, lo es todo y no es nada a la vez.
¿Por qué llegar al punto máximo donde simplemente se explota sin compasión alguna? Porque es necesario tocar ese límite y estimularlo para que cada palabra que aquí se encuentra escrita, cobre el sentido de rabia, odio o lo que sea necesario y que de tal manera exprese aquello que por medio de palabras puedo lograr. La pasión que se encuentra escrita entre este manojo de renglones no es la simple inspiración de un ser que se encuentra descontento, va más allá de eso, pero depende del lector la interpretación que quiera darle, y si es usted tan profundo de llegar a comprender el significado de los sentimientos aquí planteados, creáme que he de sentir admiración ante el poder de su mente de conceptualizar nimiedades.
Es una noche fría, podría decirse; aún no sé si me gusta la canción que escucho y aún me pregunto por qué no la cambio, pero debe tener algo que me ata a ella, al menos no es tan en vano. Escribo, muevo mis dedos a una velocidad considerable y leo palabras provenientes de personas tanto agradables como simples y vacías. Noches en vela en busca de inspiración, y hoy como hace mucho tiempo no sucedía, vomito palabras, sin sentido, frases que probablemente no tienen mucho sentido, pero que tienen un trasfondo divertido. Miles de ideas atravesando mi mente. El hielo crujiente dentro del vaso me exaspera un poco pero a la vez me da una sensación satisfactoria, agradable. También el sonido del papel quemado de cada cigarrillo, mientras se quema, quemo mis minutos, quemo el tiempo del cual soy enemiga; mientras se queman y se vuelven cenizas como los minutos que pasan y que me quitan un poco de vida. ¿Por qué habrá de existir el tiempo? ¿Por qué excusarse en éste? No lo entiendo, el tiempo es tan ridículo como las conversaciones, el tiempo es tan intangible que en serio logra cautivarme y molestarme.
(...)
Lágrimas, la creación, la facilidad de exaltación, no comprendo aún a donde pretendo llegar, de hecho no sé si tenga aun fin este montón de palabras, este texto ridículo, esto que aquí planteo, pero así es la noche, así es como me cobija bajo su firmamento, sus estrellas, es como el mundo me envuelve en sus millones de cosas hermosas inexplicables, como logra envolver mi alma e inspirarme y como me lleva a balbucear, a enloquecerme levemente con el sonido de una simple voz, con con los sentimientos encontrados en cada frase que leo y que escribo. Sé que soy innata y eso me fascina, sé que nada me fuerza a escribir, a sentir, tal vez sólo es el hecho de ser humana, de tener que trascender.
Sólo son reflejos, sólo es un reflejo de luz, sólo me ilumina y me siento el único ser dentro de una sala, en un escritorio, con ansiedad, con deseos que le carcomen el alma, ese deseo de gritar y clamar por su libertad de expresión. Soy ese ser que ha decidido botar todo al vacío por ser feliz y más que ser feliz, simplemente sentir, sentir para ser humana, para no ser de piedra, así eso incluya lágrimas, sonrisas y deseos varios de acabar con todo en algunos momentos. Soy un ser a quien le encanta saborear cada momento y sacar de él cada sabor ya sea dulce o amargo. Esa soy yo, ¿o es que acaso soy sólo voz y letras?
Sigue siendo de noche, por mi escribiría hasta el amanecer, pero sinceramente quiero guardar un poco de inspiración para reír un poco más, para sincerarme de nuevo conmigo misma y con los demás, sin máscaras, sin miedo a ser quien he sido siempre. No más, no más, no más. Se acabó, es hora de acabar con esto. Soy libre, mi alma se siente liviana, mi alma se siente de nuevo ella misma, y me da satisfacción porque entonces somos de verdad, o al menos eso creo.
Noche, madrugada, mañana y día, invierno, primavera, verano, otoño, de nuevo invierno, el ciclo es básico pero cada uno de ellos conserva algo especial y trae consigo algo, ya sea regocijo o qué se yo.
Palabras van, palabras vienen, amo amar, amor reír, amo llorar, amo desear, anhelar. Amo tantas cosas que por la misma razón las odio.
Este es el fin.

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