jueves, 15 de noviembre de 2012

+Las horas muertas+

+Olvidar o no olvidar es la cuestión. Los días no nos dan tiempo, los tiempos no son necesarios cuando las horas se van agotando de a pocos. Por más de que seamos los creadores de nuestro tiempo, el tiempo nos consume pues somos víctimas de nuestros propios inventos.
Lo que resultó en algún momento de algunas letras dichas no son más que letras que se fueron consumiendo en el café diario, en el vino que fue agotando su sabor a medida que fuimos encontrándonos tan adentro de nosotros mismos. Todo se va añejando, de repente miramos hacia atrás y todo sin remordimiento se hace borroso, nos venda los ojos y las imágenes creadas por nuestras mentes sencillamente se esfuman a medida que las nuevas letras nos pintan horizontes proporcionales a lo que vivimos en la actualidad. De repente cuando rebobinamos ya no hay nada aparte de las manos cerradas y atadas a un presente que quizás muchas veces no deseamos vivir.
Escribí en los lienzos las canciones y en las hojas dibujé palabras que se quedaron sin aliento en el recóndito escondite a donde nadie jamás ha podido llegar. La noche se agota, vete, llegarás tarde.+

+Primer movimiento+

Hace frío hace varios días, depronto incluso meses, he perdido la noción del tiempo. En este momento no se trata de amar a nadie, de recordar lo que alguna vez hicimos y luego por miedo a reencontrarlo, lo suprimimos de nuestras mentes, como si fuera tan fácil de repente rodearse de nuevos pensamientos mundanos que a nada conllevan.
Del silencio nacieron las palabras, pero ya sabemos que todo está dicho. ¿De qué vamos a vivir mañana si ya todo se ha convertido en un cliché?
Hoy me siento liviana, me siento fusionada con la realidad y la mentira. Supuse alguna vez que de la pesadez llega la tranquilidad. Las aguas turbias sin pensarlo en algún momento se cansan de revolotear por aquí y por allá, se calman y cuando retoman la fuerza inicial, vuelven a entrar en su constante ciclo de fantasías, de oscuridad y de profundidad.
Anoche soñé después de varios meses de no recordar nada de lo que había entre mis sueños y pesadillas. Soñé el paisaje, soñé el olvido, soñé el dejar todo para reivindicarme conmigo misma entre tantos papeles falsos que hice y que no me correspondieron nunca. Si parto esta vez, espero que sea por un periodo largo de tiempo, así este mismo hará que las memoirs desaparezcan de cualquier tipo de horizonte, y no precisamente las mías, sino las de alguien más, la de muchos más incluso, que seguirán con sus vidas como si nadie hubiese existido y hubiese ocupado el papel.
Sí, abandono las raíces para de repente encaminarme sin ningún rumbo fijo. Estaré naufragando a la deriva, estaré nuevamente navegando por aguas que no conozco, donde seguramente me encontraré similitudes a algo que ya conocí pero que no logro recordar.

+Segundo movimiento+

De las cenizas irán naciendo nuevas palabras y de las palabras que se convierten en cenizas sencillamente saldrán las sobras de lo innecesario.
Tengo la facilidad de no apegarme a lo innecesario y además, tengo la ventaja de tampoco apegarme a lo que a veces me resulta necesario. Ya saben, me refiero a lo material, a esas cosas o personas que no son siquiera necesarias para subsistir pero que como seres humanos comentemos el error de alabar y de idealizar.
De repente me sumerjo en la mitad de la idolatría y de la tanta bazofia que la gente va diciendo a medida que se forja un camino y me pongo a jugar. Sí, juego con sus mentes y con sus palabras. ¿Por que tendría que ser yo siempre quien se queda en el medio con el miedo y la sinceridad en las manos cuando nadie juega limpio del todo?
Llega un momento de la vida donde de repente al abrir los ojos el panorama no resulta ser el mismo, muy probablemente porque jamás somos capaces de dejar de pensar en una utopía, en ese objetivo perfecto de alcanzar y es ahí precisamente cuando me detengo, me detengo a pensar exactamente en ese esquema utópico que algún día me planteé, al cual incluso le puse un nombre, una edad y tiene una vida por delante.
Sencillamente no es necesario idealizar ni crear utopías cuando realmente nadie va a proporcionarnos esa estabilidad que sólo conseguiremos estando sólo con nuestros Alter-Egos.

+Tercer movimiento+

Cuando la realidad finalmente se desvanece, cuando hace frío, cuando de repente el insomnio predomina y la mente no se calla, nos deja a la deriva. Se encuentra entonces un punto de inestabilidad que parece ser estable. Parece que me encuentro entonces en un punto muerto, en las horas muertas que se vuelven siglos.
Depronto me desgarro el vestido, me hallo en la mitad de dos caminos que no sé hacia donde llevan. La bifurcación radical de ser o no ser, de fingir entre las finas lineas de una frase las palabras que aquél espectador desea leer o en su defecto escuchar.
Sin más llegan esas aves carroñeras a robarse todo aquello que encuentran entre letras, entre palabras, entre los besos que se roban consigo. Intercambian un supuesto amor tan sincero que ni ellos entienden, pero a la hora de corroborar la verdadera esencia de lo que para ellos es l'amour huyen de repente sin más y dejan los besos a medio dar, las manos a medio tomar y el sexo lo convierten en fuentes reprimidas de soledad.

+Les temps de solitude.+

Los tiempos de soledad, esos, sí, tan constantes. No entiendo cómo hay quienes ven la soledad como algo malo. Si bien es cierto, los extremos se juntan, es imposible llenar los vacíos con argumentos efímeros. Es ridículo tratar de encontrar en medio de los silencios prolongados soledad cuando la mente habla por si sola, cuando los dedos tocan una sonata con tan sólo ponerlos en el piano. Es ridículo imaginarse que la mejor manera de pensar es con alguien al lado, diciéndole a uno qué es lo que debe hacer y qué es lo que no cuando la moral no la fija un dios, ni una religión sino uno mismo a partir de lo que uno considera bueno o malo.
Los extremos se tocan y tocar extremos significa llegar a la cúspide de los problemas, de los vacíos, del dolor y del sufrimiento que nadie nos infringe, excepto nosotros mismos. ¿De qué sirve la culpabilité? ¿De qué sirve el miedo? ¿De qué sirve echarle culpas propias a entes ajenos cuando somos nosotros mismos quienes tomamos las decisiones?
No podría nombrar la soledad como mi utopía principal, porque soledad absoluta sería para mí más que el silencio perpetuo el cual sería la muerte, pero si debo atribuirle a esta la belleza del pensamiento, de la claridad, de la sencillez. La soledad no implica no tener contacto con alguien más, es simplemente saber respetar espacios y momentos. Saber que un ser humano por naturalidad necesita llevarse en el silence muchas de las cosas que no comparte sino consigo mismo.

+Il sogno+

Descansar en paz no significa necesariamente morir. Quizás podamos descansar en paz en el momento que estemos en paz con nosotros mismos, incluso con el mundo. El día que saldemos las cuentas pendientes con la vida, con las letras, con las mentiras y con las parabole mentales que nos creamos a diario quizás por nuestros mismos miedos cuando en vez de una vida estamos viviendo una pesadilla, sólo que esta vez no se acaba cuando despertamos sino cuando en el mundo real logramos moldearla a nuestro antojo.
Siempre he pensado que la vida es como la música misma, es un camino que no es sencillo de recorrer. De hecho toma mucho tiempo pensar que en algún momento ya sabremos todos y dejaremos de aprender de esta, pues sencillamente es algo tan grande y tan complejo que incluso cuando muramos nuestras dudas no serán solucionadas completamente.
Aquél que domina su vida es capaz de moldearla a su antojo y vivirla a gusto o incluso en completa felicidad, pero cada quién escoge si hacer con las herramientas que se le dan una desgracia total o al contrario, es capaz de amoldarse tan bien, que incluso la tristeza haga parte de un complemento que genera un balance. Ese balance Senzafine que pocos llegan a encontrar.


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