sábado, 12 de enero de 2013

+El comienzo y el final+


Hace ya varios días desde que estuve por aquí la última vez. Este lugar me resulta a veces un tanto oscuro, la búsqueda insaciable de la musicalidad entre letras, a veces me hallo encontrándome en este recóndito lugar que a veces ni siquiera posee una salida porque me sigo encerrando entre los mares de palabras a veces carentes de sentido.
Este lugar más que un sitio lleno de vacíos, felicidad, imaginación, me resulta un palacio oscuro de promesas a mí misma que a veces no soy capaz de cumplir. Este es el lugar donde puedo faltar a mi palabra porque a veces la realidad se vuelve inmensa, tan así que soy capaz de aliarme en contra de mí misma basándome en la imaginación entre las yemas de los dedos. Este es el único lugar donde puedo mentir descaradamente para sentir un poco más de satisfacción, donde puedo alinearme incluso con los planetas así ellos no sepan donde estoy.
Escribo en los silencios, escribo con la poesía barata de muchos, quizás escribo lo que otros ya han escrito, llego a los lugares donde otros ya han llegado antes, pero en este momento no me preocupa sumergirme entre las sobras de los demás mientras yo misma construya a partir de estas con mis herramientas, algo nuevo, algo que quizás pueda cambiar mi mundo; ese mundo irreal que muchas veces no entiendo.
No creo en las segundas oportunidades, es un momento donde de repente la mente empieza a maquinar entre lineas las palabras jamás dichas, los pensamientos de sinsabores varios, de experiencias que por pobres que parezcan resultaron enriquecedoras, donde al final del camino me llevaron al punto donde me encuentro situada ahora mismo. Empiezo a contar la historia una vez más, desde el principio pero siempre cambio el nombre de los personajes, siempre modifico los  fantásticos lugares donde surgió mucho de lo que en este momento desconozco y me dejo llevar por el frío, por el frío de las personas, de sus palabras, de sus sueños vacíos incapaces de juntarse con los míos.
Depronto me siento a observar como el mundo gira y no precisamente en torno a mí, porque ni siquiera espero que eso suceda a menos que sea el mundo que creé para mí entre sueños, entre música, entre poesía, entre respuestas que fui encontrando a medida que el camino se hacía más espeso entre los bosques de frivolidad; de egoísmo. Me siento a organizar las ideas, muchas veces las palabras que merodean en la cabeza pero que finalmente nunca concluyen en nada y es por eso que decidí abandonar, a veces con la misma esperanza de que algo me detenga para así poder saber si valió la pena tanta espera a la deriva.
(...)
A veces es complicado sentir y pensar, a veces es más complicado de lo normal toparse entre sueños con ese sueño tan efímero que alguna vez se atravesó en el pensamiento y que de repente fue descartado porque no parecía ser eso que se buscaba, de repente es increíble pensar que quizás existe ese sueño en los ojos de quien entiende las letras de quien lee lo que se escribe, porque muchos se encuentran atónitos danzando entre letras sin siquiera saber de que va la musicalidad de las mismas.
Y sí, sigo postrada bajo ese sueño de otoño, ese infantil sueño de otoño de poder saber quién es aquél que se puede imprentar entre las letras, entre la musicalidad de ellas, pero más allá de eso, ese sueño de ver que aquél que sienta las letras de la misma manera que yo lo hago, sea capaz de escribir en su música lo que las palabras no sean capaz de decir.
+Sigo buscándome sin salida, pero no busco una salida, sencillamente busco el momento exacto para percibir el amor desde otro punto de vista. Alguien que comparta las alas que tiene para volar y emprender un vuelo sin rumbo, al comienzo de todo en medio de la nada.+

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