viernes, 9 de marzo de 2012

+La piedra en el zapato+

Puedes irte, las puertas están abiertas, puedes irte dejándome sola, o quizás lo que no te imaginarías, contra la espada y la pared. Puedes pedirle a las nubes formas para reflejarte en la soledad y la levedad de las mismas, sólo que esta vez ya no será junto a mí, quizás será junto a ella.
Puedes pedirle quizás que emprenda sus pinceles entre tus dedos y te haga cosquillas con los pelos de estos, o quizás que en cada bocanada de humo se dibuje tu silueta y eso que tanto te gusta; que se mueran por ti.
Morí alguna vez por ti, es cierto, alguna vez quizás fuiste el todo o quizás la nada que siempre me hizo falta. Quizás fuiste las falencias que luego se convirtieron en problemas, o quizás fuiste la fuente de inspiración que ahora tan sólo es un suspiro al aire, una desolación; la decepción de mis ojos, más que la ilusión de ellos.
Entre meses podrás reflejar en sus ojos la falsedad de los tuyos, porque en ese espejo sólo se verá una opacada silueta que incluso yo conociendo cada uno de tus poros, a veces me cuesta reconocer.
Quizás puedas encontrarle entre canciones, incluso las que yo misma hice para ti y que una que otra vez depronto escuches en tu reproductor de música o en tu amplia biblioteca musical, de hecho quizás hasta le regales las letras de las mismas ignorando la autoría. ¿Qué más da?
Entre tanto y tanto entonces podrás pedirle que bese cada rincón de tu piel como yo solía hacerlo, quizás empiece a rozar con sus lozanas yemas tus párpados y te diga mirándote a los ojos entre sudor que te ama como a nada en esta vida, finalmente es lo que te fascina ¿verdad?
Tal vez cuando te pinte entre las estrellas y la estrelles ya estarás feliz, feliz de haber logrado eso que tanto te deleita, eso que te llena los vacíos del alma, eso que tanto daño les hace, quizás entonces cuando la veas ya bien elevada en su globo se lo estalles a punta de realidades que todos veían claramente excepto ella, quizás entonces empezarás de nuevo con tu tan prodigioso léxico a insultarle y a aclamar su estupidez entre tantas otras cosas y entonces luego volverás con el rabo entre las piernas con otra en tu cabeza a decirle que la amas pero que tienes un plan B, un plan B que no es tan importante como ella pero que puede llegar a serlo, pero... ¿qué pasará cuando me veas a mí en ella? Más específicamente ¿en ellas...?
¿Qué pasará entonces si es ella quien adorna sus palabras? ¿Qué pasa si es ella la que te engancha? Ya no serás más esa pobre víctima, ya no serás el caballero herido que retira sus tropas, ahora serás el caballero de nobles sentimientos que habla de corazón, pero tristemente sólo inspirarás lástima, la lástima que siente ese caballero por sí mismo al verse reflejado al espejo y no ver nada más que esa fantasía, esa ilusión que él ha creado a punta de murallas para no aceptar lo que realmente es.
¿Será ella entonces la que vuelva desde la torre a curarte las heridas cuando eras tú quien le metía los dedos en las yagas? De repente tan claro como el agua, tan transparente como un velo delgado te veo, ella cree verte de la misma manera, sólo que está ciega. ¿Será ella quien decida quitarse la venda de los ojos y amarte pese a tus falencias? Porque claramente tu aceptaste las suyas tan sólo por convencerte que la amabas con el consuelo de olvidarla a ella sobre mí y a mí sobre ella. ¿Cuántos amores "imposibles"? ¿Cuántas excusas? ¿Será ella quien te dé de beber en los labios cuando mueras de sed de tanto llorar?
Apuesto a que encontrarás la solución en ella y en sus tragos, lo que no encontrarás jamás será el aire, ni el motor, ni el combustible. Lo que nunca encontrarás en realidad es amor dentro de ti.
Te regalo una sonrisa, de esas que son espontáneas, no de esas que son premeditadas como todo lo que supone tu vida.

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