martes, 8 de enero de 2008

Insomnia de una parca princesa (Parte I)

Si, soy de nuevo yo, el personaje inconfundible de las fábulas frías y dementes.
Un personaje mas de una historia, creado por la mente de una niña caprichosa, que se sienta a escribir, mientras un personaje innato consumido por el fuego desde la silla que se encuentra detrás de ella diagonal, observa como su mente procesa las ideas mas enredadas pero a la vez tan hermosas, que pueden hacer conocer a cualquiera los sentimientos como el odio o el simple amor a la vida inexistente o inexplicable de la que somos parte.

Ella, una mujer la cual no sabe aún si tiene alma se encuentra entonces en este momento creando una historia, creando personajes. Simples fichas de ajedres o de simples juegos de mesa movidos al antojo de quienes están jugando, es decir los jugadores.
Un juego de azar donde nadie pierde, pero el que llega de ultimo es el menos beneficiado.
¡Ay maldito parqués! ¿Qué has hecho conmigo?


¿Anastasia?
Llama Marie desde un sueño largo, el cual jamás imaginó soñar.
Después de despertarse agitada. Después de tener un sueño con una mujer llamada Anastacia, se levanta Marie sofocada.
Toca su frente y está mojada, y nota que su respiración de repente varía y entonces empieza a hiperventilar.
¿Quién es Anastasia? se pregunta, pero se da cuenta que fue solo un sueño.



La noche a penas está comenzando. Piensa Anastasia.
Desliza sus pies húmedos por el musgo empapado, y siente como este le acaricia los pies.
Amasa el musgo con los dedos de sus pies, haciendo que este le proporcione cosquillas y la haga reír.

Anastasia...
una mujer hermosa, y solitaria la cual ama el campo y no vive sino con sus cuatro gatos, los cuales considera ella suficiente compañía hasta que se vuelva una mujer fea y arrugada, y muera en una cama sin poderse mover, o quizá de un paro cardiaco.

Anastasia considera la gente estorbo, pues no necesita de la compañía de nadie para vivir.
Una mujer con muchos fetiches, y con muchos sueños.

En las noches Anastasia se tiende en el jardín de su casa con los pies descalzos a palpar el húmedo musgo, pues ama la sensación de cosquillas que estos le proporcionan mientras mece sus pies.
Le encanta la naturaleza, y le encanta amanecer en el jardín de su casa, rodeada de el rocío que se deposita sobre las plantas.
Le encanta dormirse contando estrellas en vez de ovejas, y prefiere ver como vuelan los animales por el cielo, en vez de ver la tele.
Anastasia es descomplicada, y le gusta danzar bajo la helada lluvia, entonces así tener un pretexto para bañarse con agua caliente y meterse dentro de las cobijas calientitas con sus cuatro catos en la cabecera.
Pero lo que mas le gusta a Anastasia aparte de todos sus caprichos y niñerías es soñar en las noches.
Pues todas las noches sueña con una mujer que jamás le ha hablado.
Desde hace varios años Anastasia ha venido soñando, y en cada encuentro en sueños se van dando pistas para encontrarse, pues nunca hablan pero cada noche de sueño, se acercan mas.

Han caminado kilómetros y kilómetro juntas, pero aun falta demasiado para saber si ella es real, o es simplemente una ilusión creada por su mente caprichosa.

Ahora la única razón de soñar en la noche es por aquella mujer de sus sueños, pues su intriga no la deja.
Pero Anastasia le teme a los sueños, pues no siempre son lo que parecen.
¿Y si ella no es real y ha estado esperando solo por una ilusión?

Sin embargo Anastasia prefiere arriesgarse, pues aunque ella no se había dado cuenta, ella ya dependía de esa mujer para dormir, pues no soñaba con nadie más que no fuera ella.


El tiempo fue pasando, y la dependencia se hizo más fuerte, pues ya Anastasia dormía solo para encontrarla a ella en sus sueños y fortalecer la dependencia inconscientemente.

Sin embargo, Anastasia después de un tiempo empezó a padecer de insomnio, y ya no soñaba pues era sueño liviano.
Desconcertada y llena de rabia va al médico, pero nada que le receta le funciona.
Desconcertada por la falta de sueño Anastasia opta por recordar los lugares que aparecían en los sueños, pero la busca en su mente fue inútil, por que no habían puntos específicos que le dieran pistas concretas.

¿Por qué a mí? pensaba para ella misma.

Sin embargo con el tiempo, fue olvidando el asunto, hasta que casi podría decirse que lo borró de su mente.

Tiempo.....

2 comentarios:

Rayito de Sombra dijo...

Dormir para soñar o soñar para dormir. Me encanta, el ajedrez y los pies desnudos y el musgo y la humedad. Sigue :)

Rayito de Sombra dijo...

En realidad en el blogspot no escribo desde Noviembre del 2006, ahora solo lo uso para dejar comentarios en los blogs en los que no se permite ser anonimo... como este 8-). Me gusta leerte, es como si me recordaras a alguien que nunca conosí. Oh cursi paradoja XD.