sábado, 12 de enero de 2008

Insomnia de una parca princesa (Parte II)

ADVERTENCIA: Es recomendable que la primera parte de la historia sea leída para entender la segúnda. Gracias.



¿Es acaso tiempo lo que todos necesitamos para olvidar aquello que nos frustra no conocer?
Anastasia, perdida en sus aventurillas de niña pequeña, decide viajar lejos de casa, pues está cansada de la soledad.
A ella no le gusta tener novio, pero si le gusta ir a las aldeas o pueblos cercanos a divertirse en las noches, pues a ella le gusta mucho ir a bares.
Anastasia sabe que ella es una mujer hermosa, por lo tanto sabe que al coquetear tendrá al hombre que desea a sus pies.
Llega al bar decidida a pasar una divertida noche en compañía de tragos, de buena música, y de gente hermosa.
Hermosa como siempre, y luciéndose por sus hermosos ojos y su corto pelo, Anastasia se sienta en la barra del bar, y pide un Martini.
Se sienta y observa el panorama y ve la gente bailando.
Se anima un poco así que comienza a beber, y se fija en un hombre que está solo en la mesa que se encuentra diagonal a ella.
Mira y mira a la mesa para que el hombre se fije en ella, pero al fin y al cabo el hombre solo se concentra en sus tragos.
Anastasia lo observa y nota en su cara un gesto de tristeza mezclado con amargura, pero también nota que hay algo de ternura.
Anastasia molesta se va a levantar de su asiento, pero un hombre toma de su brazo suavemente y la invita a un trago.
Anastasia por no ser descortés le acepta la invitación, y vuelve a sentarse, pero en todo el tiempo en el que estuvo con el hombre aquel, no dejó de observar al sujeto que se encontraba diagonal a ella en la mesa.
El hombre que se acercó a Anastasia se llamaba Karl, o al menos así se presentó.
Sin embargo Anastasia algo aburrida, le dice que debe retirarse, pero este le ruega que no se vaya.
Anastasia se levanta y va camino al baño cuando Karl la detiene, ella se voltea y le dice que no desea su compañía. Sin embargo el hombre le toma la cara y la besa a la fuerza.
Anastasia asqueada lo golpea y corre hacia el baño.
Histérica, y algo agitada, limpia su labial corrido por el asqueroso beso que este sujeto el suplantó en los labios, y retoca de nuevo, dejándolos tan rojos y hermosos como cuando llegó al bar.
Anastasia sale del baño indignada, y nota que Karl ya se ha ido.
Toma el valor suficiente, y se acerca a la mesa del sujeto, pero este ni siquiera voltea a ver quien es aquella mujer de vestido rojo que se posa a su lado a observar como el consumido por el alcohol, se pierde en sus pensamientos.
Ella sin preguntar, se sienta, y solo recibe una mirada de unos ojos perdidos en la tristeza. Eso la consterna y le hace presentarse.
El hombre con un hilo de voz dice que se llama Albert.
Sin embargo después de eso, el hombre no pronuncia más palabras, por lo cual Anastasia decide retirarse.
Se levanta y toma su bolso que se encuentra sobre el sofá donde ella había logrado sentarse.
Sin embargo cuando Anastasia se estaba yendo, Albert la llama con un nudo en la garganta.
Ella se devuelve con una sonrisa de satisfacción que el no nota.
Ella se sienta y entablan una conversación.
Mientras entran en confianza, se empiezan a preguntar las cosas básicas, como que edad tienen, donde viven y todas esas cosas que suelen preguntar las personas cuando se acaban de conocer.
Después de contarse sus historias, el decide decirle por que se encuentra deprimido.
Anastasia logra consolarlo, y después tras risitas coquetas y varios tragos, el la besa.
Después del beso, los dos saben que es un juego, pero la conversación se torna quizá un poco mas seria.
Entre cuentos, historias, anécdotas y narraciones sobre desamores, Anastasia recuerda a la mujer de sus sueños, así que echa un suspiro y su mirada se opaca, haciendo que beba un sorbo de un trago cualquiera que ella estaba tomando.
Albert la mira a los ojos, y le pregunta que qué ha recordado, y Anastasia sin ninguna duda le cuenta su absurda historia, pues sabe que Albert no la juzgará.
Albert consternado por lo que Anastasia le había contado, solo la abraza y la besa de nuevo en la boca, pero esta vez solo toca sus labios con los de ella.
Quizá sigan hablando, como probablemente nunca se vuelvan a ver. Pero entre risas y llantos, se habían arreglado la noche mutuamente.
Ella lo abraza y le dice que se levantará al baño un momento.
Anastasia se encamina al baño de mujeres, y al llegar se da cuenta que está ocupado.
Sin embargo decide esperar decidida a reprender a la mujer que salga del baño, pues ha estado esperando más de diez minutos.
Al ver que la perilla de la puerta se mueve está con las palabras en la boca, pero al ver quien sale de esa puerta la deja muda.
Los ojos de esa mujer le robaron las palabras.
Callada, sin poder pronunciar una palabra recobra la respiración y ve que la mujer que sale del baño también está tan atónita como ella.
¿Sería solo una coincidencia? ¿o era aquella la mujer de tantos de sus sueños?
No podía ser coincidencia, no podían ser tan parecidas.
Cuando la otra mujer fue a pronunciar una palabra Anastasia, suavemente posó su mano sobre los labios de tan hermosa mujer, haciendo así que se callara.
¿Entonces era Marie?
De repente Anastasia la empuja dentro del baño suavemente con su mano en los labios de ella.
Se miran profundamente agitadas, y quizá algo tímidas, y sorprendidas.
Asustadas, y respirando rápido se miran y se analizan si pronunciar una sola palabra.
Anastasia se acerca a la cara de Marie, haciendo así que el aire que sale de su boca roce la piel de Marie, y que el aliento de Marie, roce su piel, haciendo así que su piel se erice.
Anastasia lanza la cara sobre la cara de Marie, haciendo así que Marie le siga con un beso lleno de pasión.
Anastasia toca el cuello de Marie, bajando sus manos hasta los hombros y tocando su clavícula, mientras ella la sigue besando sin parar.
Anastasia siente las tirantas de un vestido vino tinto que lleva Marie.
Poco a poco las va bajando con suavidad, lo que le produce a Marie unas pequeñas cosquillas.
Después Anastasia besa el cuello de Marie y con sus manos va bajando el vestido, haciendo que este se deslice por su suave y blanca piel.
Marie inmóvil, empieza a tratar de mover sus manos para no quedarse quieta, pues ella desea tocar a Anastasia con más pasión de la que ella la toca, pero el temor no la deja. Sin embargo Marie comienza a deslizar sus manos suavemente por la cintura de Anastasia.
El vestido de Marie cae en el suelo, y Marie empieza entonces a bajar sus manos lentamente por la cintura de Anastasia, hasta llegar entonces a una abertura lateral que este tenía, por donde empieza a introducir la mano suave y lentamente.
Mientras tanto Anastasia toca los senos de Marie por debajo del sostén, haciendo que esta emita un pequeño sollozo.
Marie entre tanto, acaricia las piernas de Anastasia hasta llegar al estomago.
Más adelante baja su mano, y la introduce dentro de las bragas de Anastasia, así acariciándola y haciendo que esta emita pequeños gemidos.
Entre caricias y besos se fueron amando pero entonces la puerta fue golpeada, y una voz se escuchó diciendo:
¿Anastasia, estás ahí?


Silencio....



1 comentario:

natalo dijo...

Mi pequeña Amelie:
Q vuelva tu inspiración, por q creo q me enamore de Anastasia jeje…
Me gustaría seguir hablando con vos aunque sea de comentario en comentario de los blogs jeje
Me pregunto por q estás tan triste?
Y me gustaría q un día me lo pudieras responder.
Me encanta tu manera de escribir sinceramente. Me gustaría q yo a los 16 años hubiese estado a la ½ de despierta q estas tu ahora jeje