sábado, 27 de abril de 2013

+Helio entre líneas+



Aquí voy con el vaivén de los días, dándole besos a imaginarios, pensando quizás que puedo atarme a una ilusión cualquiera como medio de escape a la realidad a la que muchas veces temo enfrentarme.
Los cuerpos fríos habitan este pequeño pueblo, los ojos lanzan miradas fijas que a veces resultan insoportables y el frío en las mañanas a veces logra filtrarse por entre los poros, alcanzando los huesos, hiriendo, haciendo retumbar los oídos, haciendo que los dientes se choquen unos con otros en su infame miedo por no reconocer que el frío está carcomiendo el cuerpo desde adentro y no desde afuera.

Últimamente el humo se ve diferente, las palabras no son tan constantes y los destellos de imaginación se vuelven una manotada de ideas que vienen y que van con las luces de los autos en la oscuridad de septiembre. La gravedad de repente ya no es igual, sencillamente empiezo a flotar por entre las manos de los transeúntes y me dejo llevar por el tibio sol que a veces acompaña el cielo; su cielo.

Las mañanas acá son indiscutiblemente diferentes, las mañanas acá no huelen a café, es un olor particular, algo que aún no logro descifrar, pero podría ser comparado con algo como el rocío, que aunque suena ridículo e imposible de percibir, es fantástico. Podría ser un olor a tranquilidad, a deseo... esa comparación me gusta, me gusta imaginarme a qué huelen ciertas cosas que no tienen olor. Es fácil crear similitudes en medio de los sin sentidos que hay de vez en vez cuando las palabras carecen de sentido.

Me voy borrando entre la niebla, me voy perdiendo entre las gotas de lluvia, está sonando una de esas cancionistas típicas de este lugar, una de esas canciones tan típicas de los 80's; Take on me de A-ha siempre me ha parecida una canción particular, por eso quizás puedo sonreír mientras camino, suena entonces en mis oídos esta melodía, luego recuerdo donde estoy y me bajo del tren de pensamientos donde esta canción me aborda cada vez que la escucho. Me siento a pensar entonces entre las hojas, por el camino desierto para bicicletas, ese por donde nadie pasa hace bastantes años y me reduzco sencillamente a tararear canciones; últimamente mi vida se reduce a tararear las canciones que anteriormente me sabía pero que se han borrado de mi cabeza como si ya no quisiera que las cantara.

Me borré finalmente en el manojo de fascinaciones varias que me produjo introducirme en un bosque oculto en lo más profundo de mi memoria. Me fui dejando llevar por lo que ahora sonaba en la radio: Rollin' in the deep de Adele empezaba a hacerme marchar nuevamente de pie a donde fuera que fuere... They keep me thinking that we almost had it all... ¿Ahora? ¿Dónde iba?

Ya no recuerdo a dónde iba. ¿De qué estaba hablando?

Love hurts.

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