domingo, 7 de febrero de 2010

+Gloomy sunday+

No sé si debería hacer de esto un motivo de redacción, no sé si debería escribir basada en eso pero ya da igual, simplemente ha llegado un momento de inspiración que me ha robado un poco el aliento, y aquí me hallo, una vez más escribiendo...
¿Motivo de lágrimas? Puede que lo sea, puede que no lo sea, aún no llegan y no sé si llegarán, pero sí sé que desearía huir en tantos momentos, desaparecer y sencillamente reaccionar, volver en mi, darme cuenta de tantas cosas, de tantos motivos... qué se yo...
Siento como si el invierno me envolviese en sus vientos helados y sus palabras no pronunciadas. Siento como me quema y me lleva subjetivamente con tristeza y desdeño. Sólo soy parte de un camino, de un sendero sin fin y con pocos deseos de sacarme de aquél laberinto que me ha envuelto en sí llevándome a no encontrar el fin, a una tristeza ridícula sin sentido.
Existe un vacío dentro de mi que absorbe todo aquello que me aflige, lo ha estado guardando por tanto tiempo que me sorprende. Aquél vacío está lleno de aquello que llaman recuerdos, memorias, pero que ahora no diferencio de la realidad. Creo que hay más fantasía que realidad en todo esto y eso me hace dudar bastante. Sin embargo, no podría estar segura de lo que siento, de lo que realmente me aflige porque existen días de felicidad que se ven absueltos por noches de tristeza.
Tal vez haya una razón oculta bajo todo esto, tal vez sea un capricho de mi mente, no sé que sea y esa impotencia es quien me llega a desesperar, a pensar en millones de opciones posibles.
Mi mente es un arma de doble filo que me traiciona en el momento menos imaginado, cuando más confiada de ella me encuentro. Pierdo el interés por tantas cosas a diario, pierdo la noción del tiempo, de los momentos y me convenzo a mi misma de que todo está bien, que todo estará bien y esa autocompasión es lo que me molesta más, porque puedo llegar a creer en muchos momentos que todo ha sido solucionado, me miento a mi misma, y aún así, soy capaz de creer en lo que yo misma me diga sabiendo que muchas veces no es cierto.
¿Quién soy? Todos nos habremos preguntado eso un par de veces, supongo, y quien no, pues que afortunado es, pues ese tipo de preguntas son aquellas que me hacen dudar de mi misma, de mis capacidades, de lo que quiero hacer. ¿Qué es verdaderamente lo que quiero ser y hacer? ¿Qué lograré de todo aquello que me propongo?
No sé, simplemente no sé, estoy hablando más con el alma que con objetividad lo que crea algo subjetivo que me llena de preguntas sin respuesta. Desearía tan sólo dejar de pensar por un par de minutos y refugiarme en mi mente, pero jamás he logrado salirme de mi de tal manera.
Hablo con el alma, hablo con sinceridad más que con inspiración, acabo de notar que estoy escribiendo algo hipotéticamente objetivo pero que evidentemente cambia a ser parte de mi subjetividad.
Hoy no es una historia, hoy no es una historia con un contenido indirecto, hoy soy yo, hoy hablo yo, de mi, algo que detesto hacer, pero que a fin de cuentas terminé haciendo. Ya me da igual quien lo lee y lo que piense aquél que lo haga, puesto que hoy mi interés principal, más que hacer de esto un desahogo, es descubrir eso que estoy tapando y que varias veces ha tratado de salir de maneras suaves pero que hoy finalmente se ha destapado sin más y me ha llegado a herir.
¿Ridículo? Quizá, no lo puedo negar. Son estados, son palabras, no sé que sea, sólo sé que me embriaga, me arde y luego debo escupir de tal manera que aunque no me haga sellar esas heridas, puede a ser un poco más reconfortante.
Me pregunto realmente quienes son aquellos que logran estabilizarme y desestabilizarme de tal manera; me gustaría poder hablarle a alguien de todo aquello que siento, pero lastimosamente sólo tengo una hoja de papel, lastimosamente las palabras se han ido frenando a medida que pasa el tiempo, a medida que mis miedos y mis fobias van creciendo fuertemente.
Me encantaría hacer de las letras melodía, pero hoy no puedo, hoy no puedo hacer de mi algo bello ni amable, porque no quiero escribir historias, hoy no quiero ser la misma persona "predecible," hoy no deseo volar como siempre lo hago, no deseo enamorarme de una historia, porque esta historia es tan personal que por más que me obligase a amarla, no lo lograría...
Ya no existe fascinación, ya no existe un juicio para mi, ya no necesito ser juzgada para vivir, hace mucho dejó de ser así, y es muy diferente tratar de convencer a aquellos "jueces" de algo que no existe y que ellos creen conocer. Sí, lo sé, suena ridículo a veces, suena extraño, pero a veces puedo ser la persona más convincente del planeta, incluso conmigo misma; soy capaz de engañarme a mi misma de la misma manera en que lo hago con aquellos otros que creen conocerme pero que no están cerca de hacerlo del todo. Aquellos que al llegar el momento en el que exploto creen conocerme pero no son capaces de hablar al respecto por miedo a no sé qué.
Todo esto me resulta una fantasía, quizá una bola de nimiedades que debí auscultar hace bastante tiempo y que pude haber desenvuelto para que no pesara tanto, pero ahora veo las consecuencias de no haberlo hecho antes. Ahora veo las consecuencias cuando el peso más pesado recae sobre mi espalda casi sin dejarme avanzar por el peso y por el dolor que proporciona. ¿Y ahora qué? Tal vez una manojo de lástima, un manojo de palabras reconfortantes que jamás ayudan a mejorar pero sí a que duela y duela, que toque precisamente el centro de la ampolla abierta, expuesta al ambiente común.
Mucho enredo, mucha basura, nada muy coherente, no me interesa, esto no es un blog de interés común aunque aquí pueda llegar quien desee llegar. Esto es de mi dominio, y no me interesa que alguien ajeno a mi lo lea, porque probablemente se sienta identificado con muchas frases de este y varios escritos que he hecho, pero jamás sentirá lo que yo, jamás podrá saber exactamente por qué sucede esto. Ni yo lo puedo hacer, así que no aspiro comprensión ni ningún tipo de comentario en este blog, independientemente de si quiere opinar. Como bien ya saben son libres de comentar lo que deseen, pero una vez más, no busco compasión ni palabras de apoyo, de hecho no sé aún si usted desee leer esto, y no me importa si lo hace.
Patrañas, mil patrañas, quisiera deshacerme de tantas de ellas, me encantaría deshacerme de tanta palabrería y centrarme, pero a veces me es tan complejo...
Facilidad de expresión y estuvo, "tantas cualidades" y ninguna reflejada. ¿De verdad debería convencerme de que sí existen? Creo que ya no creo en nada, creo que prefiero no hacerlo, porque nada me convence, nada me reconforta y tampoco estoy muy interesada en encontrar ese "algo."
Ya pasará, dará igual.
...Interesante...