lunes, 14 de abril de 2008

Meine Seele Wie Eis

++Monólogo++


Te crees dueño de todo lo humano, pero no te has dado cuenta que perteneces a la misma raza. Sí, te lo digo, eres uno más de ellos, o quizá de nosotros.
¿Te has dado cuenta que siempre estamos hablando de la misma persona? Un tu y un yo, donde nos creemos seres omnipotentes siempre dueños de la verdad. Egoístas como cualquier ser humano pero con millones de pensamientos sobrehumanos.
¿Qué hay de nosotros cuando nos apartamos pero estamos en el mismo lugar? ¿Acaso somos simplemente una ilusión óptica? Al parecer no, pues aunque no te puedo ver te puedo escuchar donde quiera que voy. ¿Te has dado cuenta qué siempre estamos juntos?
Pero un momento, aquí va mi pregunta, ¿qué somos tu y yo, querido? ¿qué venimos siendo en este lugar oscuro en el que siempre hemos habitado? Somos simples voces alrededor de algo que llamamos nada, o simplemente un todo en particular pero que aun no logramos entender.
Es algo complejo para aquellos quienes se denominan humanos entender si hay una nada o un todo absoluto, para nosotros es difícil entender como actúan los seres humanos, pues como ya dijimos antes no sabemos aun qué somos. Estamos en la mitad de un sueño, podría decirse, pero no nos hemos podido encontrar. Aún no sé si somos ciegos los dos, o solo yo, pero la verdad es qué probablemente no me haya querido ver pues a veces el no ver las cosas las hace más interesantes...


++Relato++


No tengo un nombre, pues nadie me lo ha dado, y la verdad no me preocupa ser llamada de alguna manera. Aun no comprendo el motivo de mi existencia, como muchos que se encuentran respirando sobre esta tierra por simple y pura inercia. No sé si os habéis dado cuenta, pero cuando estáis esperando por algo importante, los segundos y los minutos parece que disfrutaran haciéndoos sufrir con el exceso de tiempo que os regala dentro de vuestra mente. Se detienen y se burlan de vuestras ansias, se burlan de vuestros deseos, se burlan de vos como si ellos no fueran parte del tiempo que cuenta minuto a minuto, segundo a segundo cada hora que descuenta la vida sobre vos.
Para algunos que sois afortunados la vida os dura poco y podéis iros a descansar en paz. A diferencia mía, pues aunque ya no soy parte de la vida, tampoco lo soy de la muerte. Un infierno convertido en realidad, vivir eternamente rodeada de malditos seres humanos pero sin ser determinada, pues para mi infortuna ahora solo soy energía. Al menos hace algún tiempo podía tomar decisiones sobre mi vida, pero en vista de haber tomado la más erronea solo me queda la eternidad para pagar el precio de mi castigo.
Ya no tengo una misión que llevar a cabo y como ya lo dije estoy en un punto medio donde no soy nadie y a la vez no soy nada, por lo cual puedo pensar más no expresar... No sé si es peor estar así, o ser un ser humano desagradable y ególatra.
Es triste saber que puedo escuchar palabras y frases tentativas. No os niego que me arrepiento mucho de haberme quitado la vida, porque aunque era un desastre al menos guardaba la esperanza de algún día morir, ahora no hay esperanzas de nada, no moriré y esta será mi tortura sin final.
No es cierto que las almas pueden ser liberadas porque no como en la tierra los castigos son por tiempo limitado. Al menos si tenéis cadena perpetua la muerte os liberará de todo pecado que cometáis, pero para infortuna de muchas hermosas y dañadas almas como la mía, hemos de vivir este castigo por toda la eternidad porque los castigos en este "mundo" son eternos.
¿Acaso creéis que morir es renacer? Pues si de eso estáis seguro os devuelvo el dinero que habéis pagado por intento de suicidio, ahora ahórralo para después y más bien escuchadme que no todos los días un fantasma os habla. Cuando intentáis matarte y sobrevivís es cuando debéis agradecer a lo que quiera que sea que os haya salvado, pues si queréis escapar del mundo debo deciros que la mejor opción no el el suicidio. Si creéis que vivís en un infierno y queréis conocer uno peor entonces acude al suicidio, pero primero pagadme al menos por haberos dado tan "valiosa" información.
Pero bueno, no le daré más rodeos a esto y les contaré mi historia...
Como y os he dicho anteriormente no tengo un nombre porque nadie jamás me lo dio. Mi infancia no fue una buena infancia pues crecí alrededor de mi madrina y sus cuatro hijas (todas mayores que yo) Mi madrina siempre vivió muy ocupada, y más aun con cinco hijas (contándome) entonces no cuestiono mucho que jamás se haya interesado por mí.
Siempre fui la arrimada, a la que todas despreciaban por no ser hija de la misma madre, pero de esto debo dar gracias a mi padre que no sé si afortunada o desafortunadamente jamás conocí, pero que por lo que tenía entendido gracias a las cinco arpías con las que viví toda mi infancia, era un borrachín el cuál jamás se preocupó por mí. Supe después de unos cuantos años que había muerto por alguna razón extraña que jamás me quisieron explicar.
Mi madre trabajaba en un cabaret cuando conoció a mi padre y tuvieron un romance del cual salí yo, pero por cosas del destino y de tragos mi madre como yo se quitó la vida después de que mi padre la abandonó.
Desde el comienzo supe que no era un ser deseado ni por mis padres ni por aquellas con quienes vivía. A la gente le cuesta mucho trabajo fingir cuando es para algo bueno, pero algo por lo que todos los humanos se caracterizan es por saber hacer daño mejor que cualquier otra especie. No era difícil darse cuenta que yo no fui nunca bienvenida en este mundo que siempre me dio la espalda. No era difícil darse cuenta que jamás debí haber sido parte de este mundo.
Desde pequeña siempre planeé mi manera de escape de todo aquello que me hacía daño, pero jamás fui capaz de dar un paso fuera de casa por temor a perder lo poco que tenía. Aunque ahora que lo pienso no tuve jamás nada...
Después de un tiempo de estar en el primer infierno decidí irme del todo sin importar que sucediera conmigo, pero algo que jamás tuve en cuenta fue que al ser menor de edad me podrían retornar a casa, pues mi madrina tenía mi custodia y por así decirlo era mi dueña. Como una mascota, así como ellas me trataban.
Me demoré más saliendo que volviendo con un policía. Esa noche me golpearon tan duro que no pude moverme de la cama durante una semana. La excusa que dió mi madrina en la escuela fue que había rodado por las escaleras y que me había roto varios huesos, pero por supuesto era mentira. Ese misma noche que llamó a excusarme, me tomó del pelo y me advirtió que si hablaba en la escuela más de la cuenta me iba a ir peor.
Aturdida y aterrorizada perdí el habla por un par de semanas...
En fin, mi infancia no fue hermosa, y no es nada agradable de recordar.
Al pasar del tiempo las cosas se fueron tranquilizando hasta tal punto de solo ir a casa a dormir y comer. Sin embargo, tanta bazofia de mi infancia me afectaba aparte de millones de cosas y pensamientos deprimentes por los que suele pasar un adolescente a la edad de diecisiete.
Diecisiete, esa fue la edad en la que decidí acabar con todo. Un día después de llegar de una fiesta donde ví morir a mi mejor amigo, en un ataque de pánico me eché a llorar y entonces con odio y rencor hacia mis padres y hacia la vida me armé de valor y fue ahí cuando salté desde el balcón de la casa. No era un piso muy alto, pero la verdad creo que fue más la debilidad del alma la que estaba herida, que mi mismo cuerpo. Es como cuando tenéis un escudo pero ya tenéis millones de espadazos en vuestro cuerpo, aun teniendo un escudo, las heridas no sanarán, y por mucha protección que tengáis, el dolor y las heridas son tan profundas que aunque os gustase vivir, sería imposible.
Fue allí cuando me explicaron todo y me enviaron a pagar mi condena y es aquí donde estoy. Es aquí donde "vivo" sin vivir, y "hablo" sin saber siquiera si alguien me puede escuchar.
Simples susurros con los que a veces las personas que me escuchan se asustan temiendo que alguien les quiere asustar, pero la verdad no tengo ganas de asustar a la gente, aunque siendo realista tiempo no me falta...
(...)
Por eso os digo que es mejor que esperéis, al menos tendréis el perdón así reneguéis y os amarguéis. Mirad las consecuencias de mi maldita impaciencia a donde me han llevado. Un hoyo negro sin salida, sin principio ni final, donde es todo, pero a la vez es nada. Como yo.
Felices sueños, y amarga eternidad.




++Diálogo++

- ¿Hola?

- Me he enterado de lo que planeas hacer. Creo que no es la mejor solución.

- ¿Qué carajos crees qué haces? Ya no eres nadie para que te metas en mis decisiones.

- Gabriela, estás loca. Por favor, déjame ayudarte.

- ¿Quién eres tú para venir a juzgarme de la manera qué lo estás haciendo?

- No soy nadie excepto tu madre que viene a rogarte para que no cometas un error.

- ¡Ja! Y vienes tu a hablarme de errores cuando has sido la que más ha cometido...

- Perdóname...

- ¿Es eso todo lo que tienes que decir?

- ¿Acaso qué esperas de mí?

- Ya sé que de ti nada se puede esperar, mas sin embargo debo admitir que no puedes hacer ya nada para sacarme de aquí.

- Por favor entiende. Mi intensión jamás fue hacerte daño.

- Pues lo lamento, pero el daño ya está hecho, y como tu alguna vez me dijiste; "lo malo que hiciste ya no lo puedes cambiar, o sino mírate a ti" Así que ahora te respondo con tus mismas palabras.

- No hagas nada de lo que te puedes arrepentir.

- ¿Y tu qué sabes sobre mí? ¿Cuándo te interesaste por lo que yo sentía o pensaba? Es ahora que me "ves" así que quieres arreglar las cosas. Cuando ya me ves con un pié en la tumba.

- (...)

- Eso, calla como una madre cobarde y arrepentida, te apuesto que lo que más te interesa a ti, es no quedarte sola...

- ¿Cómo te atreves...?

- Es tarde ya madre, me ahorraste las palabras, me ahorro yo misma el sufrimiento. Haz de pagar por todo el mal que me has hecho. Que te perdone Dios, porque al menos yo no lo haré.

- Por favor no lo hagas...

- Es tarde... Adiós.

- ¿Gabriela? Por favor responde, olvidé decirte que te amo. Gabriela, no me hagas esto...

- (...)

- Gabriela, entiéndeme, por favor. No más, te prometo que todo va a cambiar... Te suplico que...

(Han sonado entonces las sirenas de ambulancias y las voces de los curiosos gritan ¡Esta muerta, está muerta!)

3 comentarios:

natalo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
natalo dijo...

Mi amelie:
q alegría poder deleitar mis ojos con tus palabras y mis oídos con el sonido de ellas al leerlas, como siempre me exhortas de la realidad aparente y me llevas a un lugar singular q roza lo metafísico y lo mas oscuro de mi alma, sigue así mi niña… Y pásate mas seguido q se te extraña

Rayito de Sombra dijo...

Paj, desde "inercia" apague la musica y empesé a leer el voz alta. Todo el concepto de la inercia me encanta, siempre he pensado que tengo exeso de inercia ^^ (tal vez pr eso no pasé fisica, intentan ponerle ecuaciones a todo... duagh).
Siempre tu tan romantica y moribunda... el relato me gustó más que todo, me pareció todo un monólogo.