sábado, 27 de agosto de 2011

+Un poco de vómito verbal no está mal+

Volví del pasado, volví desenterrando recuerdos, nociones varias, pensamientos quizás, las raices de mi esencia, el recuerdo, el cajón de los recuerdos y las palabras que se sumergieron en oídos falsos. Sí, esa soy yo, soy esa que se refugia ahora en silencios más que en palabras para poder expresar su noción, su pensamiento, aquello que siente, lo que quizás en algún momento bastante efímero pudo reconocer como sentimiento pero que ahora se desvanece tan rápido como las promesas, tan frágiles como las palabras.
Surcando entre las letras, entre la música es ella la que se encuentra encontrándose, valga la redundancia, la que halla en las páginas revueltas un poco de tinta para constatar ciertos hechos de los que prefiere olvidarse a ratos. Sí, a ella le gusta darse contentillo, le gusta buscarse y enterrarse la daga hasta el fondo del alma donde ya no pueda respirar más porque se le corta el aire. Ella esperó, esperaba, espera quizás aún, pero no logra entenderse, no logra captar sus capciosas intenciones dentro de un documento inmenso, no logra encontrarse incluso en las mismas letras que escribió tiempo atrás cuando todo era más fácil que ahora pero más complejo que en el pasado y sí, allí se quedó esperando, sigue esperando pues no le es suficiente.
"¿Estás aquí?" Es un fragmento que gritan sus letras sin siquiera estar escritas. Tantos gritos sordos, tantas paredes intáctas, tan sordas, tan quietas, tan blancas, tan simples... ahogan las palabras, ahogan cualquier llama, ahogan cualquier mar, ahogan cualquier frase, se tienenden súbitas a la hora de exclamar un abrazo, de necesitar un simple segundo que le robe el aliento a cualquier individuo presente dentro del recinto inexitente.
A ratos le urge un poco de mentiras, a ratos le urge un poco de realidad, a ratos le urge no respirar siquiera, a duras penas existir para arrebatarle al aire a todos los presentes, para adueñarse de un poco del oxígeno que todos comparten. Así es ella, un meollo de todo y nada, un poco de esto y de lo otro, un poco tuyo y un poco de nadie, está pero no está, se va y a veces no vuelve, casi nunca vuelve a decir verdad, pero es ella, una noción presente que no representa una cara como tal ni un momento exacto, sólo las huellas de algo parecido a una esencia bien marcada. Su rastro es tangible, pero su esencia como tal no lo es. Se preguntará qué es, pues bueno, yo no sabría decirle, ella tampoco podría responderle. Quizás un poco de lo que usted desea ver y depronto un poco también de palabrería que se cuela por entre los poros. ¿Qué más da?
El misterio contiene en sí un poco de curiosidad, esa típica curiosidad humana que da ansias, que provoca ver un poco más allá; si bien es cierto lo tangible en su defecto resulta predecible, aburrido e incluso molesto, lo intangible es aquello que le lleva a cuestionarse a muchos qué se esconde tras la cortina del teatro. ¿Y qué si es una imagen? ¿Qué si es real? Es eso precisamente lo que le hace fascinante, tan fascinante como el castigo después de una mala acción, aquél remordimiento doloroso que empieza a picar en la tan nombrada conciencia, esa que nadie ve pero que todos sienten. Se afinan las neuronas y en todo caso siguen destempladas. Si poco coherente, poco usual, por supuesto tan poco usual como quien lo escribe.
Hoy no es poesía, tampoco son lamentos tristes cubiertos de llanto, no son cartas de amor, no son letras cariñosas, simplemente son letras vacías copadas de emociones. ¿Cómo se da eso? ¿Cómo puede estar algo vacío copado de algo y más si son emociones que ciertamente tienen un peso bastante mayor que muchas otras cosas? Bueno, eso mismo me pregunto yo, pero es que para que haya vacíos antes debió haber algo, quizás no sea físico, quizás sea sólo una ilusión, las sobras de algo; todo o nada, siempre da igual porque no es suficiente.
Me colma el vacío y el silencio, ese que corta en pequeñas piezas, pero también me copa la sensibilidad debo decir, esas ganas de vómito verbal que a veces se atraviesa de repente sin más, sólo va fluyendo, se deja ir como se deja venir y ya está. Sí, vómito verbal, ese que vacía y vuelve a llenar. Buenas noches.

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