lunes, 2 de agosto de 2010

+Ni frío, ni caliente; simplemente tuyo+

A veces no es encontrar las palabras, muchas otras veces es simplemente buscar sin encontrar nada. ¿Qué sé yo? ¿Cómo decirlo sin que suene a mucho pero que sea suficiente? No lo sé, no hay claridad, simplemente se siente y a veces resulta indescriptible.
¿Cómo será? ¿Cómo sería? ¿Cómo seré? La verdad no le encuentro ningún tipo de explicación. No encuentro la manera exacta o perfecta donde no suene ridículo pero donde tampoco suene crudo. No me gustaría que fuese lo mismo que siempre suele escuchar, pero tampoco quiero atravesar las barreras aquellas que limitan con la cursilería. ¿Me hago entender?
De repente reunir todo lo que se siente, sentirlo, por supuesto, y tenerlo en las manos, pero no saber qué textura tiene, tampoco a qué huele ni a qué sabe. Acariciarlo con ternura, querer hablar de aquello que se siente y que a la vez sin poder hacerlo me resulta un poco ridículo, sin sentido, pero me inspira a hablar, me inspira para hablar de ello sin siquiera entenderlo, ilógico, porque para mi no tiene logía alguna definitivamente.
No puedo con metáforas, ya he usado suficientes, no creo que sea lo necesario para lo que necesito decirle y ahí es cuando no me hallo mientras está en frente mío, mirándome a los ojos y preguntándome con suavidad: "¿Por qué?"
(...)
Por tantas cosas, si tan sólo supiera, si tan sólo pudiera tocar eso que tengo en mis manos con las suyas y sentirlo como yo lo hago. Si pudiera entender que mi interés no está en un simple abrazo o un simple beso, sino que mis deseos van más allá de un contacto físico; si supiera tantas cosas que no con palabras puedo explicar...
Pero siempre termina en lo mismo, siempre termina en metáforas explícitas subjetivas que no llegan tan siquiera a ser una pizca de lo que pienso, de lo que siento. Me quedan pequeñas las metáforas y me quedan grandes las palabras. Si de tan sólo palabras se tratara, podría regalarle un universo de ellas, si de miradas se tratara, podría darle las que necesitara para llenar su alma, pero no, no quiero, no puedo, porque me sobra mucho, es algo que las palabras no lograrían describir por dos simples motivos: El hecho de no poder describir lo que siento y el hecho de no querer que las palabras se las lleve el viento.
Si tan sólo las palabras y las canciones bastaran, podría enamorarla en segundos; si bastara con simplemente sonreír le regalaría cada día una sonrisa para conservar intacto eso que siento, eso que experimento y eso que vivo a cada segundo.
Tan sólo bastó un segundo para sentirme tan diferente y tan igual; tan sólo bastó un momento para inspirarme con algo simple que me llenó de fuerza. Bastó con cerrar los ojos, respirar hondo, luego botar cada bocanada de aire y sentirme única e inspirada pero igual a los demás. ¿Quién lo podría entender? ¿Quién podría descifrar cada una de esas sensaciones? Creo que nadie, creo que nada.
A veces tan común, a veces simplemente tan elemental; muchas otras veces compleja, llena de preguntas, de cosas por expresar, pero la impotencia es aquella la que me ciega, la que no me deja abrir los ojos para encontrar la manera adecuada de abrir mi boca y pronunciarlo así como lo siento, sin saber siquiera qué nombre se le puede dar a eso.
A veces tan ardiente, a veces simplemente variable, pero intenso, muy intenso, como una chispa que quema una hoguera dentro de mi. ¿Ya ves entonces como recurro a las malditas metáforas? Una vez más, a punta de metáforas, a punta de todo y de nada; de dulzura y de acidez. Es amargo pero a veces es tan dulce; a veces se siente tan caliente que quema y a veces simplemente hiela, y eso es lo que me gusta, más allá de una belleza superficial que no es un secreto para nadie, es todo y la vez nada, repito; tiene extremos absolutamente opuestos que cada día llegan a gustarme más y más.
¿Qué es? ¿Qué es eso? ¿Cómo le llamarías? Porque yo sinceramente no tengo un nombre para ello, tampoco me conformo con llamarle "simple sentimiento", porque no es simple, de hecho resulta bastante complejo. ¿Lo entiendes? ¿Me lo explicarías? No sé si yo quiera entenderlo, pero con que tu lo entiendas ha de bastarme para saciar aquello que tengo en la punta de la lengua y que de repente vuela y vuelve sin avisar.
¿Alguien había puesto ante ti tantas cosas carentes de sentido? ¿Había alguien arrastrado sus dedos rápidamente sobre un teclado, escupiendo palabra tras palabra de repente sin más opciones que casi susurrarte al oído lo que siente por ti? No sé si sea lo mismo de siempre, no sé si alguien te había hablado tan desde adentro, no sé si alguna vez recordarás cada letra que contiene esto que aquí escribo. Lo único que sé en este momento es que necesitaba sacarlo, decírtelo, tratar de hacértelo sentir, así mi intento sea fallido...

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