Se olvidan por completo de sí mismos y de paso logan olvidarse de la existencia de los otros individuos.
Me duele mucho la indiferencia y la puñalada que clavan en mi orgullo y mi "alta" autoestima.
Es una noche más, una de aquellas noches donde me encantaría escribir una historia concreta pero donde la imaginación no me quiere dejar, pues mi mente se encarga de obligarme a pensar en millones de cosas por segundo.
No pido una danza acompañada, ni una copa de vino, simplemente pido un momento de soledad, de ausencia. Llega un punto donde se está tan cansado de todo que todo aquello que nos hace daño lo dejamos abandonado y aunque sabemos que nos afecta, tratamos de dejarlo en el subconsciente acompañado de muchas otras cosas que preferimos con recordar.
Adiós es una palabra que no logro descartar de mi vida, aunque preferiría eliminar un simple saludo como un "hola", o quizá un "¿qué tal?". Palabras que pueden cambiar el mundo de sonrisas falsas del que somos parte.
Hay tantos deseos que aún no sé por dónde puedo comenzar. Cuando se descubre que se puede ser quebrantado por un par de palabras o simples actitudes el mundo se viene abajo sin importar el esfuerzo que se haya puesto en construirlo. Se olvida por completo el hecho de estar vivo y se prefiere estar en una ausencia donde millones de sentimientos encontrados prefieren sellar la boca y dejar profundizar en algo más que palabras.
¿Qué se desea en este momento?
La verdad no mucho, cuando se es obvio que se detesta algo como lo que es el "ser", es notable que nadie conoce el real significado del "ser" alguien o algo.
Un modo fácil de expresarse es el habla, los gestos, llorar, reír, pero cuando no se sabe cuál de estas es la que corresponde al momento, simplemente se opta por escapar, escapar de la realidad como siempre lo hago yo. Como lo hacen muchos otros que aún no encuentran respuesta a la mayoría de las preguntas de lo que es el "ser" y el "estar". Cuando no se "es" ni se "está" ¿cómo se puede llamar?
Difuso, realmente. Se siente un desnivel, o mejor, un degradé de emociones que simplemente no se sabe a donde tiende ir. Es un sabor parecido un ácido con algo de amargura, añadiéndole quizá un sabor fétido y un olor que hace que el cuerpo vomite todo aquello que se asegura de hacer el mayor daño posible quemando la garganta hasta llegar al intestino donde todo es devuelto. Y ahora es cuando el “ser” se siente mejor, pero, ¿cómo vomitar el alma?
Se siente frio, se siente como si no hubiese nada.
(...)
En cuanto a la teoría sobre “el alma”, de Platón; si el alma cayó en un cuerpo sin poder ser liberada, como castigo, ¿será la muerte la liberación total del alma?
La vida es una simple tragicomedia. Todo lo que sucede es tan divertido como trágico, todo con causa, efecto y es algo para lo que aún no se está preparado. Se cree que "todo sucede por algo" pero realmente la respuesta de ello está allí, toda acción tiene una causa, a veces buena, a veces mala, y cada causa tiene más acciones que también requieren una causa. Son cadenas y cadenas que jamás se terminarán. ¿Sí existe el destino realmente?
Se acaba todo, se acaba la vida, se acaba. ¿Cuándo será la última vez que el corazón sea capaz de latir? ¿Cuando será la última vez que los ojos expulsen lágrimas de dolor o de felicidad? ¿Cuándo será el último beso o la última caricia?
Déjate llevar Andrea, déjate. Déjate llevar por todo aquello que te atormenta, déjate llevar por la esencia de la vida y haz parte de ella. Bésala, ámala que ella también te ama a ti. A su manera, pero lo hace.
¿Y qué debo hacer al respecto? No dejaré de cuestionarme, aunque pueda ser la última vez que escriba un blog, finalmente todo puede suceder.
Inconcluso. ¿Por qué monotonía?
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